Unos 24 voluntarios medioambientales participantes en la campaña estival de anillamiento nocturno que promueve la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en el Paraje Natural Marismas del Odiel han capturado y tomado datos durante este mes de agosto de 508 aves limícolas, pertenecientes a 18 especies diferentes, que han recalado en este espacio protegido onubense, área de alimentación y descanso en la ruta migratoria del Atlántico Occidental para los animales procedentes del norte de Europa hacia África tras el periodo reproductivo.

Según una nota de la Junta de Andalucía, durante estas capturas se han registrado 16 recuperaciones, es decir, aves que ya habían sido anilladas en Marismas del Odiel o en cualquier otra parte del mundo —Noruega, Bélgica, Holanda y Reino Unido—, encontrándose entre éstas un correlimos común y un correlimos zarapitín, anillados en Marismas del Odiel en 2000 y 2002, respectivamente.

Gracias a estos datos, además se ha podido confirmar que la esperanza de vida de estas pequeñas aves es bastante elevada en función de su tamaño y que son fieles a sus rutas migratorias.

Asimismo, el turno de anillamiento de este mes de agosto en el Paraje Marismas del Odiel ha contado con la participación de 24 voluntarios pertenecientes a la red del Paraje Natural, así como procedentes de Madrid, Toledo, Ciudad Real y de diversas provincias andaluzas.

Esta actuación está acogida al Programa de Voluntariado Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y forma parte del Proyecto Aves del Litoral, coordinado por la Red de Voluntarios de Marismas del Odiel y puesto en marcha en el año 1999 para proteger a las aves marinas de la costa onubense. En un primer momento, este programa se dedicó al control y vigilancia de las colonias de charrancitos para ampliarse después al anillamiento de aves limícolas.

Anillamiento nocturno

El Paraje Natural Marismas del Odiel lleva a cabo desde hace años este programa de voluntariado denominado 'Anillamiento nocturno de aves limícolas', que tiene la finalidad de hacer un seguimiento de estas aves de pequeño o mediano tamaño adaptadas a la vida en marismas y lagunas, a la vez que se divulga la importancia de este espacio protegido onubense dentro de la ruta migratoria del Atlántico Occidental.

La jornada de anillamiento comienza sobre las 18,00 horas, cuando los voluntarios ambientales colocan las redes en el interior de las marismas. Posteriormente, sobre las 23,00 horas, comprueban las trampas para ver si hay ejemplares de limícolas atrapados. En caso afirmativo, éstos son introducidos en unas nasas para su transporte hasta el centro de visitantes del paraje, donde se procede a su pesaje, marcaje y anillamiento. Una vez que finalizan estos trabajos, los ejemplares son devueltos al medio natural.

El anillamiento nocturno se desarrolla en tres periodos de diez días divididos en tres turnos a lo largo del año, coincidiendo con la luna nueva de los meses de agosto, septiembre y octubre. Así, tras agosto, la campaña de anillamiento nocturno de Marismas del Odiel volverá a retomarse el próximo 3 de septiembre con la presencia de nuevos voluntarios procedentes de toda la geografía española.

Por este tipo de trabajos, la Estación Ornitológica de Marismas del Odiel ha sido reconocida como la de mayor importancia nacional de anillamientos de aves limícolas, aportando datos sobre estas especies que en muchos casos eran desconocidos hasta ahora. No en vano, esta Estación es la más importante de España y una de las más destacadas de Europa en cuanto a anillamiento de aves larolimícolas por su volumen de capturas y la importancia de las mismas.

Marismas del Odiel fue declarado en 1983 Reserva de la Biosfera por la Unesco y posee además otras figuras de protección, como Paraje Natural, Zona Ramsar, Zepa y LIC, constituyendo zona de cría y hábitat de valiosas especies de aves como la espátula, el flamenco o el águila pescadora.