La Guardia Civil ha detenido en Sevilla a dos hombres de nacionalidad nigeriana que habían transportado por avión y en 'bellotas' 2,639 kilogramos de cocaína, por lo que se les imputa sendos delitos de tráfico de drogas.

En una nota de prensa, el Instituto Armado informó de que las detenciones se produjeron después de que la Unidad de Análisis Criminal de la Guardia Civil en Madrid solicitara del EDOA de la Comandancia de Sevilla un control de dos sospechosos que viajaban en un vuelo procedente de Bruselas que, según el resultado de las investigaciones referentes al tráfico de drogas procedente de África Occidental hacia Europa y realizadas en colaboración con la Policía belga, podrían dedicarse al tráfico de estupefacientes.

Una vez en el aeropuerto de San Pablo de Sevilla, donde la Guardia Civil montó un dispositivo de vigilancia y control, los agentes localizaron a los dos individuos sospechosos, nacidos en Nigeria, que procedían de Camerún, país al que habían viajado, según ellos, para ir a una fiesta.

Sin embargo, el hecho de que hubieran pagado para realizar ese viaje un billete "bastante caro", sobre todo para la economía de dos personas sin aparentes ingresos, —uno de ellos, en paro—, y el hecho de que no se tratara del primer vuelo de esas características que realizaba uno de ellos llevaron a la Guardia Civil a sospechar de que se trataba de dos personas dedicadas a trabajar como 'mulas' dentro de operaciones de tráfico de drogas.

Los resultados de una prueba voluntaria de rayos X a la que se sometieron los dos sospechosos a instancias de la Guardia Civil confirmaron esas sospechas, al descubrirse en la zona abdominal de ambos "numerosas cápsulas cilíndricas" en las que transportaban la droga, por lo que los dos nigerianos fueron detenidos bajo cuidado médico hasta que expulsaron totalmente de la droga.

A uno de los detenidos, identificado como F.M.A., de 28 años y vecino de Málaga, se le intervinieron 75 cápsulas con un peso de 1.390 gramos, mientras que al otro arrestado, identificado como D.O.D.M., de 33 años y también vecino de Málaga, le fueron intervenidas 72 cápsulas con un peso de 1.248 gramos. Tras recibir el alta médica y ser puestos a disposición judicial, ambos ingresaron en prisión.