El Cipotegato ha salido, a las 12.00 horas de este viernes, por la puerta principal de la Casa Consistorial de Tarazona. Unas 10.000 personas han asistido a este acto, y al grito de "¡Cipote!, ¡Cipote!" han lanzado, en pocos minutos, más de "20.000 kilogramos de tomates", según fuentes del Ayuntamiento.

El turiasonense Eduardo Arellano, que ha encarnado al personaje del Cipotegato este año, ha recorrido varias calles de la localidad, lo que representa una novedad, puesto que en otras ediciones sólo le lanzaban tomates en la plaza de España.

El joven ha explicado que el objetivo de este cambio es "que niños y personas mayores puedan disfrutar también del Cipotegato, puesto que en la plaza se hace muy difícil el acceso para estas personas".

Arellano ha señalado que "es difícil explicar con palabras el sentimiento que supone para un turiasonense ser Cipotegato, sobre todo, cuando una vez realizado el recorrido, tus amigos te suben a la estatua, se podría decir que he cumplido uno de mis sueños".

Hasta el 1 de septiembre, este joven turiasonense participará en diferentes actos festivos, como el de la "imposición del pañuelico a la estatua del Cipotegato". 300 CIPOTEGATOS

El Cipotegato es un personaje que existe desde hace 300 años y del que "hasta finales del siglo XX no se sabía casi nada", han comunicado fuentes del Ayuntamiento.

Esta fiesta, que en un principio era muy religiosa se ha transformado en un el evento social "más emblemático de Tarazona". En un comienzo, el Cipotegato era un bufón, luego pasó a ser el mismo diablo, pero actualmente "encarnar a este personaje representa un orgullo para los habitantes de esta ciudad aragonesa".