El Programa de Restauración Hidrológica Forestal (RHF) en Asturias (2002- 2010) ha centrado la actuación en su última etapa en las cuencas de los ríos Forna, Esva y Navia, para prevenir y evitar la erosión del suelo. Estas obras se suman a las otras cinco ejecutadas desde 2002. El total de la inversión del Ministerio de Medio Ambiente ha ascendido a 6,6 millones de euros.

El director general de Política Forestal, Joaquín Arce Fernández, y el responsable para el norte de España de la Dirección General de Política Forestal del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Bricio Lombardero, así lo han asegurado este viernes en la rueda de prensa de presentación del Programa de Restauración Hidrológica Forestal en Asturias (2002- 2010). Durante el acto, han estado acompañados por Daniel Gutiérrez y Jairo Marqués, ambos en representación de la empresa estatal Tracsa.

El citado Programa ha sido elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente y el Principado, y ejecutado por Tracsa. Se enmarca en el Plan Nacional de Actuaciones Prioritarias de Restauración Hidrológico- Forestal y el Programa de Acción Nacional contra la Desertificación (PNAP).

Las zonas beneficiarias han sido la cuenca alta del río Navia, el Parque Natural de Somiedo, las cuencas del alto Navia y de Ibias, así como las del Nalón y el Sella en los parques naturales de Redes y Ponga. Igualmente, se han acometido obras en la cuenca alta y media del Navia (Allande), y se han ejecutado "importantes" trabajos en las cuencas del Esva en Vallina Ferrera (Tineo), del Forna (Ibias) y del Navia (Allande y Grandas de Salime).

En este sentido, Lombardero ha aplaudido la actuación del Principado, especialmente en Ibias, por su "visión global" a la hora de actuar y por centrar las obras en el desarrollo medioambiental y económico en el futuro.

Por su parte, Arce ha subrayado la importancia del Programa para prevenir la erosión del suelo, además de las inundaciones e incendios. En su opinión, y de manera complementaria a las actuaciones de salvamento en estos casos, es fundamental ejecutar actuaciones a medio y largo plazo de prevención (planes urbanísticos o de ordenación forestal, por ejemplo). Es en estas actuaciones preventivas donde se contempla el Programa.

Concretamente, la restauración hidrológico forestal comprende las acciones necesarias para la conservación, defensa y recuperación de la estabilidad y fertilidad de los suelos, la regulación de escorrentías, la consolidación de cauces fluviales y laderas, la contención de sedimentos y, en general, la defensa del suelo contra la erosión —provocada fundamentalmente por el fuego y el sobrepastoreo—.

En este contexto, los bosques desempeñan un papel fundamental para minimizar el riesgo de inundaciones, así como para controlar la erosión del suelo.