Los Gobiernos francés y rumano hablarán próximamente con la Comisión Europea (CE) para abordar la cuestión de los gitanos, un colectivo para el que París quiere que Bucarest cumpla con su obligación y dedique fondos europeos para integrarlo.

El secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Pierre Lellouche, ha señalado este jueves que se trata de que Rumanía se ajuste a las reglas europeas y consagre una parte de los fondos comunitarios que recibe a la comunidad romaní. En rueda de prensa junto al secretario de Estado rumano para la integración de los gitanos, Valentin Mocanu, Lellouche constató que hasta ahora las autoridades rumanas dedicaron una parte mínima de dinero europeo para sus gitanos.

Insistió en que hay que invertir esta situación y poner en marcha 'una especie de miniplan Marshall' para esta comunidad, y en que el objetivo de un próximo encuentro con las autoridades competentes en Bruselas es "movilizar medios". El responsable francés incidió en que por ahora únicamente 85 millones de euros de los 4.000 millones que Rumanía recibe cada año en fondos europeos (un 0,4%) se dedica a la integración de sus gitanos. Por su parte, Bucarest ha criticado el trato dispensado por el Gobierno francés a sus ciudadanos y teme que se atropelle el derecho a la libre circulación de personas dentro de la Unión Europea.

"Mirar el patio trasero"

El secretario de Estado francés aprovechó la ocasión para cargar contra los que han acusado a Francia de incumplir los principios europeos por las expulsiones de gitanos a sus países de origen y pidió a todos ellos "que miren a su patio trasero".

"El principio de libre circulación no puede servir de coartada para eludir en los países vecinos sus propias obligaciones", según Lellouche, quien argumentó que el quiere que los gitanos rumanos puedan moverse por el territorio de la Unión como el resto de los ciudadanos europeos por motivos de turismo o de trabajo pero no por mendicidad. En el mismo acto, Mocanu reconoció que "hace falta un cambio de políticas en Rumanía a nivel interno" y que "por ahora no hay suficientes proyectos desarrollados" a nivel local para atender a los gitanos.

No obstante, añadió que "estamos determinados a desarrollar a medio y largo plazo" proyectos en terrenos como la educación, la vivienda o la inserción laboral de los gitanos.

Precisamente este jueves han llegado a Bucarest un grupo de 284 ciudadanos rumanos de etnia gitana en dos vuelos procedentes de París y Lyon, dentro del plan de Francia para expulsar a cientos de miembros de esta comunidad que, asegura, viven irregularmente en el país. La semana pasada llegaron a Rumanía los primeros 200 repatriados por París.

Francia tiene previsto completar en las próximas semanas la deportación de cerca de mil gitanos búlgaros y rumanos que viven en campamentos ilegales en varias ciudades galas.