Los datos de la contabilidad trimestral de Navarra, elaborada por el Instituto de Estadística de Navarra, reflejan para el segundo trimestre de 2010, una recuperación tendencial del Producto Interior Bruto (PIB) generada por la economía navarra del 1,5 por ciento, respecto al mismo trimestre del año anterior, superando la trayectoria contractiva de los últimos cinco trimestres.

De este modo, se acentúan las señales de recuperación y el cambio de tendencia iniciado el tercer trimestre de 2009, según ha informado el Instituto de Estadística de Navarra.

En el segundo trimestre de 2010, España ha registrado un descenso del -0,1 por ciento, según se desprende de la Contabilidad Nacional Trimestral, frente al -1,3 por ciento alcanzado en el periodo anterior, que si bien mantiene tasas negativas, presenta el mismo cambio de tendencia observado en Navarra, quedando fechado el mínimo del ciclo en el segundo trimestre del año anterior.

En términos intertrimestrales, la tasa de variación se sitúa en positivo, por cuarto trimestre consecutivo, con un 0,6 por ciento, mostrando una aceleración respecto al 0,4 por ciento registrado el periodo precedente. La variación intertrimestral en España ha sido del 0,2 por ciento, el segundo dato positivo desde el segundo trimestre de 2008 y refleja un perfil alcista de menor intensidad que el observado en Navarra.

El avance del ritmo de crecimiento de la economía Navarra, deriva, desde el punto de vista de la oferta, de la intensa recuperación observada en las ramas industriales y, en menor medida, de los servicios de mercado, que junto al mayor dinamismo de las ramas agrícolas, logran compensar la desaceleración estimada en los servicios de no mercado y en las ramas constructoras.

Las ramas industriales aceleran el ritmo de avance y reflejan la recuperación más destacada del trimestre, con un incremento del 4,8 por ciento, superando el perfil contractivo de los últimos trimestres, quedando fijado el mínimo de la serie en el segundo trimestre de 2009. Este mayor dinamismo permite la aportación al agregado total de 1,2 puntos porcentuales, respecto a las dos décimas negativas del trimestre precedente, tasa que sitúa a las ramas industriales como las que más contribuyen al crecimiento total de la economía.

El impulso de la actividad industrial, se debe fundamentalmente, según se desprende del Índice de Producción Industrial, a la intensa aceleración de las ramas material de transporte y, en menor medida, del mayor dinamismo de la industria metálica y de las ramas papel, madera y muebles que acentúan la recuperación respecto al trimestre anterior. Por su parte, la rama otra industria manufacturera modera su ritmo de crecimiento, reflejando la industria agroalimentaria el descenso más acusado del trimestre.

Finalmente, las ramas energéticas muestran, junto a las ramas material de transporte e industrias metálicas, la evolución más favorable del periodo, que si bien atenúan su ritmo de avance, mantienen elevadas tasas de crecimiento, debido tanto a la favorable evolución observada en la producción de energía, como del buen comportamiento del valor añadido aportado por la distribución.

Por otro lado, las ramas primarias experimentan un crecimiento del 2,8 por ciento, cuatro décimas más que la tasa registrada el trimestre precedente y mantienen la aportación de una décima porcentual al crecimiento agregado.

DEMANDA

El balance positivo de la economía navarra, en el segundo trimestre del año, proviene según el análisis del cuadro macroeconómico, desde la óptica de la demanda, del dinamismo reflejado en la demanda externa, cuya aportación al agregado se sitúa en 1,2, derivado del impulso mostrado en las exportaciones.

Al mismo tiempo se observa una aportación positiva de la demanda interna, que aporta 0,3 puntos porcentuales, tras el -1,0 registrado el trimestre precedente, superando así las tasas negativas de los últimos trimestres, debido a las señales de recuperación mostradas tanto en el gasto en consumo final de los hogares, como en la formación bruta de capital en bienes de equipo y otros.

El gasto en consumo final registra un crecimiento del 0,6 por ciento, mostrando señales de recuperación respecto a la moderación observada el trimestre precedente que situó su tasa de variación en el 0,0 por ciento, evolución que incide en una mayor aportación al crecimiento agregado de 0,5 décimas porcentuales, cinco décimas más que la registrada el trimestre anterior. Las señales de reactivación observadas en el consumo final de los hogares logran compensar, por tanto, la pérdida de dinamismo mostrada en el consumo final de las Administraciones Públicas.

La formación bruta de capital fijo atenúa la tasa de variación negativa al -0,8 por ciento, tras el -3,1 por ciento registrado el trimestre anterior, debido fundamentalmente a las señales de recuperación mostradas en la inversión en de bienes de equipo y otros, lo que incide en una aportación menos negativa que pasa de -0,9 por ciento a -0,2 por ciento.

Por otro lado, el empleo total de la Comunidad foral, medido como puestos de trabajo, modera el descenso interanual al -0,6 por ciento, frente al -2,9 por ciento registrado el trimestre precedente. Así, se acentúan las señales de recuperación, por cuarto trimestre consecutivo, derivado de los mejores resultados observados en prácticamente todas las ramas de actividad.

En términos de empleo asalariado, la tasa de variación pasa del -3,0 por ciento al -0,7 por ciento, manteniendo el mismo perfil de menor tasa de variación negativa reflejado en el empleo total.