Los cultivos de patata, cereales y frutos secos han sido en el primer semestre de este año los más afectados en Baleares por los problemas meteorológicos registrados así como por los efectos de la crisis sobre el precio del gasóleo, tal y como ha explicado en rueda de prensa el presidente de Asaja, Biel Company, quien ha lamentado asimismo la eliminación de la Conselleria de Agricultura en los primeros seis meses del año.

Según ha concretado, la producción de frutos secos se ha reducido en un 60 por ciento en relación con el mismo periodo del año pasado, mientras que en el caso de los cereales de secano ha disminuido en un 36,5 por ciento. Asimismo, ha lamentado que éstos se hayan visto afectados por una "bajada importante" de la calidad, que se constata en su peso (en la actualidad el metro cúbico pesa 540 kilos frente a los 640 en condiciones normales).

Asimismo, Company ha hecho hincapié en la producción de patatas, calificando la campaña de este sector como la "peor" de los últimos diez años. Y es que, según ha expuesto, la producción ha bajado un 33 por ciento que se ha visto compensando con un incremento del precio en un 21 por ciento por kilo. No obstante, el volumen total de negocio (ingresos) se ha reducido un 19 por ciento.

En relación a la algarroba, ha señalado que el precio se ha situado en los 18 céntimos por kilo, con una producción de 18.000 toneladas, mientras que en referencia al regadío (verduras y hortalizas) ha apuntado que la climatología ha retrasado la producción hasta el mes de agosto, aunque en este ámbito se prevé "buena".

A su vez, el máximo responsable de la entidad ha explicado que la cosecha de olivar arrancará en octubre y se espera una producción de 3.000 toneladas; en cuanto al vino se prevé una "buena" campaña en cantidad y calidad, y en alusión a la ganadería, ha aludido a problemas "en todos los sectores" debido a la proliferación de leyes "restrictivas" que provocan que haya "más costes a los que hacer frente".

"Todos los ámbitos del sector primario están sufriendo mucho y algunos han alcanzado una situación límite", ha lamentado Company, quien ha apuntado asimismo hacia problemas de financiación y sobre todo al incremento del precio del gasóleo, que empezó el año a 55 céntimos y ha sufrido un incremento "de órdago" hasta los 82.