Contar con la presencia de Woody Allen en Europa se ha convertido, en los últimos años, en una tradición. Acaba de finalizar en la capital de Francia el rodaje de Midnight in Paris, hace nada le tuvimos en Barcelona y esta vez vuelve a contar con Londres como escenario principal de su última obra, Conocerás al hombre de tus sueños, un proyecto financiado con fondos españoles.

A pesar de no estar para muchas fiestas, después de llegar ayer a Oviedo y pasear por la ciudad que hace años le dedicó una estatua, el realizador ha reconocido que le gusta "la idea de trabajar en Europa. A mi familia le gusta venir aquí, a pesar de que hemos trasladado los rodajes por accidente". ¿A qué accidente se refiere Allen? A los costes de trabajar en su habitual Nueva York. "Si ruedo en Europa es porque en los últimos cinco años hacerlo en Estados Unidos se ha vuelto muy caro. Me gusta trabajar allí, pero hace falta mucho dinero", esgrime.

En Conocerás al hombre de tus sueños, presentada en el pasado Festival de Cannes, Allen vuelve a entremezclar historias de parejas en crisis envueltas en el clásico tono cómico del neoyorquino, y donde la obsesión por el paso del tiempo vuelve a estar presente en algunos de los personajes protagonistas: "A nadie le gusta hacerse viejo, ni a los hombres ni a las mujeres, porque con los años empiezan a pasarte cosas malas. Es triste, es parte de la tragedia de la vida".

¿Comparte Allen los miedos de sus personajes sobre la muerte? "Comparto su miedo. El ser humano está hecho para rechazar y temer a la muerte y hacer lo que sea para conservarse". En lo que el director no cree es en adivinos o videntes, otra de las constantes de esta nueva obra. "La gente se agarra a cualquier cosa para dar un significado a la vida, hacer que sea especial, porque la vida es muy deprimente", ha asegurado.

De Carla Bruni a Barack Obama

Hace tan solo tres días que Allen finalizó en París el rodaje de su último trabajo con una invitada de excepción: Carla Bruni. La mujer del presidente de la República, Nicolas Sarkozy, hace un pequeño papel en la producción ambientada en la urbe gala, excusa perfecta para amontonar a prensa y curiosos en el set de rodaje. "Es curioso lo deshonesta que ha sido la prensa con su trabajo. Hizo muy bien un papel pequeño, pero no se por qué se inventaron que repetimos sus tomas más veces de lo normal, o que a su marido no le había gustado. No sé por qué ha sucedido esto, ella ha sido muy prefesional", afirma.

Volviendo a su país, sigue teniendo una fe ciega en Barack Obama, del que ya proclamó hace meses en tono jocoso que deberían otorgarle las funciones de un dictador: "Creo que está haciendo un trabajo genial, después del desastre que heredó de Bush. El problema es que los republicanos solo están pendientes de echarle del poder. Si tuviera más apoyos podría hacer cosas maravillosas".

Desconoce si volverá a rodar en España

Ofertas no le deben faltar para volver a rodar en nuestro país, pero Allen asegura que aún no ha decidido nada sobre futuras localizaciones. "No tengo planes por el momento, así que tengo que pensar qué haré en mi próximo trabajo. Pero no tendría ningún problema en rodar en Madrid, Oviedo o San Sebastián", ha reconocido.

Ciudades en las que, de trabajar en ellas, daría la visión propia de un viajero: "Cuando estuve en Barcelona hice una película en la que se veía la ciudad a través de los ojos de un turista. Es mi forma de ver a estas ciudades, como veo a París, de una forma romántica, porque no las conozco bien. Y me imagino que eso incita a otros turistas a ir de visita".

A pesar de alojarse estos días en Oviedo, el estadounidense acudirá a la premiere oficial de la cinta esta noche en Avilés, en un acto promovido por la Fundación Niemeyer, responsable del centro cultural que se está construyendo a orillas de la ría avilesina y que debería estar abierto al público durante el primer semestre de 2011.