El presidente del Govern, Francesc Antich, ha calificado de "desastre desde el punto de vista natural" el incendio en la cala de Benirràs, en Sant Joan de Labritja (Ibiza), que ha calcinado cerca de 150 hectáreas de una zona que, según ha recordado, fue protegida por el Ejecutivo balear a principios de esta legislatura, dado su "valor natural paisajístico importantísimo", por lo que "hay que hacer el máximo de los esfuerzos por defenderla".

Tras visitar la zona afectada por las llamas, Antich ha subrayado que las labores de extinción están evolucionando "bien", si bien ha indicado que aún no está controlado el foco forestal, de forma que, en estos momentos, un total de 12 medios aéreos, entre helicópteros y avionetas, están trabajando en la zona de S'Arraca, donde es "muy complicado llegar por medios terrestres, dado que hay un pinar muy espeso, que dificulta el acceso por vía terrestre".

Por otro lado, ha revelado que le ha llamado la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, a quien ha explicado la evolución del incendio, que espera que sea controlado a lo largo de este lunes y en cuya extinción están participando 300 efectivos, de los cuales 103 pertenecen a la Unidad Militar de Emergencias (UME).

Asimismo, ha señalado que también ha hablado con el servicio de emergencias para que "refuercen su apuesta aérea", al tiempo que ha agradecido la "gran colaboración" por parte de la Guardia Civil, el Ibanat, la Policía Municipal, el Ayuntamiento de Sant Joan de Labritja, el Consell de Ibiza, los bomberos y Protección Civil, así como todas aquellas personas que ayudaron este domingo a evacuar a las 1.500 personas que se encontraban en la cala en el momento en el que se inició el incendio.

Así, Antich ha destacado el hecho de que no se hayan producido víctimas, a pesar de que en el momento del incendio, la cala estaba abarrotada.

Por su parte, la Delegación del Gobierno ha informado de que el traslado de los 103 militares a Ibiza se realizó en distintos momentos a lo largo de la tarde-noche de este domingo y con diferentes medios de transporte. Así, un primer movimiento de 18 personas con herramienta ligera, se llevó a cabo en helicóptero desde la Base de Bétera, en Valencia, sede del

Biem iii.

Posteriormente, en barco, 34 militares con seis autobombas, dos nodrizas y diversos vehículos de comunicaciones y transporte, hasta completar un total de 17 medios, desembarcaban en el puerto de Ibiza a las 03:00 horas de la madrugada.

Finalmente, esta mañana, 50 nuevos efectivos del III Batallón y un helicóptero HU-21 'Súper Puma', con helibalde para descargas de agua, completaban el contingente que trabaja en la Isla. Concretamente, la misión de la UME es procurar que el fuego no sobrepase la carretera que se encuentra al oeste de Cala Benirràs y pueda extenderse por otros lugares.

"clima de tranquilidad"

Durante las labores de extinción, únicamente han resultado afectadas tres personas por inhalación de humo, que fueron inmediatamente evacuadas. Por su parte, Ibiza Turismo ha destacado que en la zona en la que se ha producido el incendio no se encuentran grandes equipamientos turísticos, por lo que "no se ha visto alterada la normalidad de los turistas que visitan la isla".

De este modo, ha resaltado que esta mañana, los turistas "han gozado de la oferta de playa con normalidad", por lo que ha insistido en que el clima es de "tranquilidad".

Por otro lado, el delegado del Gobierno, Ramón Socías, ha descartado que la 'fiesta de los tambores', que se celebraba este domingo en la cala ibicenca de Benirrás y en la que participaban unas 1.500 personas, haya ocasionado el incendio que aún continúa activo en uno de los dos focos, que afecta al área forestal y no al de las urbanizaciones.

Así lo ha informado Socías, tras comparecer en la cala de Benirrás, junto al presidente del Govern, Francesc Antich, el conseller de Medio Ambiente y Movilidad, Gabriel Vicens, y el conseller insular de Medio Ambiente, Albert Prats, quienes se encuentran coordinando todas las tareas de extinción del incendio.

Socías ha insistido en que la citada fiesta no ha tenido nada que ver con el incendio, mientras que, preguntado sobre si ha sido intencionado o accidental, ha indicado que prefiere dejar trabajar a los técnicos y fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en la línea de investigación, por lo que ha estimado que, en estos momentos, "no es prudente" revelar nada.

La principal hipótesis es que el incendio se originó tras la explosión de uno de los coches aparcados cerca de la cala, que comenzó a caer cuesta abajo, incendiando a 23 vehículos más, cuyos neumáticos también explosionaron, como consecuencia del calor causado por las llamas.

El incendio impidió a las miles de personas que estaban celebrando la citada fiesta de los tambores desalojar la cala a pie, por lo que tuvieron que ser rescatados por barcas en el mar. Esta fiesta se celebra desde hace años en Ibiza, siempre que hay luna llena en agosto y consiste en que los asistentes tocan los timbales y tambores hasta la puesta de sol.