15 datos del 'Spider-Man' de Sam Raimi que despertarán tu sentido arácnido

Al mismo tiempo que se estrena The Amazing Spider-Man, la primera versión de Sam Raimi cumple diez años. Descubre los datos desconocidos del arácnido primigenio, desde su relación con el 11S hasta el descarte de Leonardo DiCaprio como protagonista. Por JAVIER SÁNCHEZ NAGORE
15 datos del 'Spider-Man' de Sam Raimi que despertarán tu sentido arácnido
15 datos del 'Spider-Man' de Sam Raimi que despertarán tu sentido arácnido
15 datos del 'Spider-Man' de Sam Raimi que despertarán tu sentido arácnido

Mientras el mundo entero tuerce el gesto ante la nueva versión de Spiderman protagonizada por Andrew Garfield pensando "¿y para este viaje hacían falta tantas alforjas?", el original de Sam Raimi cumple diez años. La superproducción de uno de los directores fetiches del cine friki aguanta sin problemas las comparaciones con su prematuro reboot y hace dudar seriamente de la necesidad del mismo. Descubrimos algunas de las claves menos conocidas que hicieron del Spider-Man de Tobey Maguire, Kirsten Dunst y Willem Dafoe una película de récord.

Cómo maquillar a una araña

Para algunas tomas de la araña que pica a Peter Parker se utilizó, además de las imágenes creadas digitalmente, una auténtica viuda negra pintada de rojo y azul, colores corporativos de Spider-Man. Sam Raimi insistió en que ninguna araña resultase dañada durante el rodaje de la película, porque sería “de mala educación”, y supervisó meticulosamente el modo de pintar la araña, de modo que la pintura no dañase al animal. Para llevar a cabo el proceso de “maquillaje” del arácnido, hubo que anestesiarlo.

Guerra de colores en Acción de Gracias

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Siguiendo con los colores representativos de cada personaje, en la escena en que los protagonistas celebran Acción de Gracias, los antagonistas visten cada uno con los colores del disfraz de su oponente. Así, Peter Parker luce tonos verdes mientras que Norman Osborn lleva corbata roja y camisa azul. Harry Osborn, sin mojarse demasiado, lleva una combinación de los dos: Corbata roja, camisa verde y americana azul. El perfecto invitado.

Demasiados héroes para tan poco apartamento

El apartamento de Norman Osborn es un decorado de la Warner que ya se había utilizado antes para otra película de superhéroes: Batman de Tim Burton. Sam Raimi no quiso que esto resultase evidente a ojos del público más freak y trató de evitar que se notara. Eso sí, el director pensaba hacer público posteriormente el huevo de pascua, todo un regalo para su público más fiel.

El David Bowie de los duendes verdes

La escena en la que Norman Osborn muere se rodó después de que Willem Dafoe hubiera pasado un tiempo trabajando en otro proyecto, por lo que tuvo que ser convenientemente caracterizado para no romper el raccord de la película. Sam Raimi bromeaba sobre el actor y la peluca que tuvo que llevar: “Es como el David Bowie de los duendes verdes”.

18 meses para 30 segundos

El momento final de la película, en el que Spider-Man se recrea en una exhibición de alardes entre los edificios, fue creado de forma completamente digital, y se convirtió en la escena más costosa de la película, al menos en tiempo. Su producción comenzó al mismo tiempo que el resto del film y fue la última en terminarse. 18 meses de trabajo para 30 segundos de malabares. Para que luego alguien diga “bah, eso está hecho por ordenador”.

Sin prisa pero con pausas

El germen de la producción de Spider-Man comenzó nada menos que en 1986. La productora Cannon Films fue la primera en interesarse por el proyecto, pero terminó vendiéndolo a Carolco, que a su vez pasó la patata caliente a Sony Pictures, quienes finalmente se mojaron para llevar a cabo el proyecto, después de asegurarse la colaboración de Marvel. Siempre nos quedará la incógnita de cómo habría sido una película tan necesitada de efectos especiales a mediados de los 80. Sin duda, un alarde de ingenio.

Se busca Spider-Man, recompensa: 25.000 dólares

La productora creó para la película varios trajes idénticos de Spider-Man, y no de los que se pueden encontrar en una tienda de disfraces ni en un bazar chino, ya que la fabricación de cada uno de ellos rondaba los 100.000 dólares. Ante semejante caramelo, alguien robó cuatro de ellos del set y la productora ofreció una recompensa de 25.000 dólares para quien los devolviera. Debieron alcanzar más valor en el mercado negro, ya que nunca se volvió a saber de ellos.

Arácnido, pero también humano

Quien diseñó el traje original de Spider-Man, pese a su estratosférico coste, olvidó un detalle importante. Tobey Maguire tenía que quitarse el traje entero, con toda la pérdida de tiempo que ello supone, cada vez que quería orinar, de modo que los trajes posteriores incluyeron una trampilla secreta para que el actor pudiera evacuar con más facilidad. Lo que no sabemos es si Mary Jane estaba al tanto de esto...

No habría sido lo mismo

Sam Raimi fue quien propuso a Tobey Maguire para hacerse con el papel de Peter Parker. La productora, poco convencida de que el chico de Las normas de la casa de la sidra encajase en su proyecto, concedió aún así al director la opción de que Maguire hiciese la prueba y el actor terminó convenciendo. Antes de la irrupción de Tobey, el intérprete mejor postulado para enfundarse las mallas arácnidas era... Leonardo DiCaprio.

Spider-Man y el 11S

El espectacular teaser trailer de la película comenzaba con un atraco a un banco seguido de una huida en un helicóptero, que finalmente quedaba atrapado en una tela de araña entre las Torres Gemelas del World Trade Center. Los atentados del 11 de septiembre, ocurridos nueve meses antes del estreno de la película y poco después del lanzamiento del teaser, obligaron a cancelar el mismo, al igual que otras muchas producciones, que también fueron modificadas.

Guiños patrióticos

En la misma línea post 11 de septiembre, se decidieron añadir algunas escenas de corte patriótico y de pueblo unido contra el villano común. La secuencia en que la gente de Nueva York arroja basura al Duende Verde no estaba en el guión original, al igual que el último plano de la película, en el que Spider-Man se agarra a una enorme bandera de los Estados Unidos. Un plano, este último, que provoca la sonrisa al otro lado del Atlántico, pero que hace las delicias del público americano.

¿Tobey Maguire es realmente Spider-Man?

Sam Raimi, un romántico de los efectos especiales tradicionales, no estaba demasiado conforme, de inicio, con la cantidad de efectos digitales que la producción requería y quiso, usar, en la medida de lo posible, otros métodos. Así, para la escena en la que Peter recoge a Mary Jane tras su resbalón en la cafetería, no se usaron efectos digitales, sino un adhesivo en la bandeja y mucha paciencia por parte de Tobey Maguire, que tuvo que repetir la escena infinidad de ocasiones.

This is Sparta

Tobey Maguire, que trató de ponerse en forma antes del casting, se sometió a un entrenamiento espartano después de ser seleccionado para el papel. Cinco meses de gimnasio, dieta proteica y entrenamiento en artes marciales fueron necesarios para que el actor rellenase correctamente las mallas azules y rojas y aprendiese a moverse con una soltura digna de un superhéroe. La escena mencionada unas líneas más arriba da buena cuenta de que Tobey hizo bien los deberes.

Willem Dafoe, actor y stunt

Willem Dafoe también se tomó muy a pecho su papel y se preparó a conciencia físicamente para poder realizar, como era su intención, la mayor parte de las escenas de acción sin necesidad de un doble. Dafoe, que no requirió de stunts en aproximadamente el 90% de las escenas peligrosas, sugirió al equipo encargado de confeccionar la ropa que aligerase su traje original, demasiado pesado para poder llevar a cabo determinados movimientos. El actor consideraba que si no era él mismo quien protagonizaba las escenas de riesgo, el público notaría la diferencia.

Una red llena de dólares

El presupuesto de la película ascendió a la nada despreciable cifra de 100 millones de dólares, a los que hay que añadir otros 30 en concepto de promoción. Estas cifras, sin embargo, resultaron ser una gran inversión ya que Spider-Man recuperó su coste de producción en sólo tres días, convirtiéndose en la película más rápida en alcanzar los 100 millones de dólares de recaudación. Además, el film de Sam Raimi también pulverizó otros dos registros; el de mayor recaudación en un solo día, facturando 43 millones de dólares en su segundo día de exhibición, y el de mejor día de estreno, con 39 millones. Las dos siguientes películas de la saga superarían este record años más tarde.

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