Unos 150 trabajadores de Incosol secundan la huelga ante el impago de cuatro meses de salario

Alrededor de 150 trabajadores del hotel Incosol de Marbella (Málaga) -el cien por cien de la plantilla-- secundaron la huelga convocada para hoy, mañana y el domingo al no llegar a un acuerdo en el Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales (Sercla) en relación con el impago de cuatro meses de sueldo por parte del grupo Jale, encargado de la explotación del establecimiento.

Alrededor de 150 trabajadores del hotel Incosol de Marbella (Málaga) -el cien por cien de la plantilla— secundaron la huelga convocada para hoy, mañana y el domingo al no llegar a un acuerdo en el Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales (Sercla) en relación con el impago de cuatro meses de sueldo por parte del grupo Jale, encargado de la explotación del establecimiento.

En concreto, a los empleados se les adeuda una cantidad de 770.000 euros en total, lo que supone una media de 5.000 euros por trabajador, según explicó a los periodistas el presidente del comité de empresa, Javier Moreno, quien destacó que los trabajadores reclaman, además, un plan de pagos.

"Se ha intentado, por todos los medios, llegar a un acuerdo con la empresa para que pagase una mensualidad y estableciese un plan de pagos para el futuro", añadió la secretaria general de Hostelería, Comercio y Turismo de CCOO en Málaga, Lola Villalba, quien indicó que la huelga "no es buena para nadie sobre todo en verano cuando hay un mayor auge" en el sector turístico.

En este sentido, explicó que, aparte de la cantidad que se les adeuda a los empleados, el problema es que ellos "saben que esta empresa va decayendo día a día, sin que el dueño haga nada por sacar adelante el hotel, que lleva dos años en concurso de acreedores".

Villalba resaltó el "esfuerzo" de los empleados, a los que ya se les aplicó en 2008 un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal, que duró unos 10 meses y en el que, según explicó, "se incluía una congelación de salarios y no se contemplaba la subida del Índice de Precios al Consumo (IPC)". Durante este tiempo, "la empresa estuvo contratando personal al margen del expediente y duplicando plantilla", una "ilegalidad", que fue denunciada ante la Inspección de Trabajo de Málaga y el juzgado de lo mercantil número de Cádiz, subrayó.

Así, la responsable sindical manifestó que el grupo Jale presentó hace mes y medio un expediente de extinción de empleo que afecta a 67 trabajadores y la suspensión de contrato de más de 90, al tiempo que lamentó la "intención del dueño de cerrar el hotel y convertirlo en un establecimiento de temporada".

"Nos parece una autentica barbaridad porque la Costa del Sol tiene que estar abierta todo el año", criticó Villalba, quien insistió en que la "única" solución para el hotel pasa por su venta y pidió a la administración concursal la destitución del actual dueño.

En esta línea, señaló que "se está perdiendo calidad en los servicios" que se prestan a los huéspedes, y aclaró que, de no llegar a un acuerdo con la empresa, los trabajadores se han planteado convocar una huelga indefinida.

"A mí me deben 7.000 euros, una cantidad considerable", señaló Rafael jimenez, segundo metre. "Lo estamos pasando fatal, porque la mayoría de las personas tienen auténticos dramas familiares, con hipotecas y la situación de crisis", aseveró, al tiempo que añadió que "la única esperanza, aparte de la Justicia, es que el dueño venda".

Por su parte, Juan Antonio López Estera, dueño de Amuerga —empresa propietaria del edificio y que se encuentra en concurso de acreedores— y del Grupo Jale, empresa explotadora; aclaró que la situación de Incosol, ha sido "siempre deficitaria", de modo que desde el año 2007, fecha en la que compró el hotel, se han producido pérdidas por importe de tres millones anuales.

"Incosol se creó hace 38 años en una macro urbanización denominada Los Monteros y a la que se le dotó de tres elementos: dos hoteles de lujo —Los Monteros e Incosol— y un campo de golf", afirmó, al tiempo que explicó que se fueron vendiendo parcelas para compensar el déficit, de modo que el último negocio que se efectuó fue la venta de las pistas de tenis que se transformaron en 70 apartamentos.

"No soy un recién llegado a la hostelería, sino que llevo 22 años en el sector y creo que tengo demostrada mi capacidad de gestión y de desarrollo de proyectos hoteleros", comentó López Estera, quien incidió en que el hotel lleva 25 años con problemas.

Plan de viabilidad

Por ello, hace un mes aproximadamente se presentó un 'plan de viabilidad', que consiste en la reducción de 67 puestos de trabajo y la transformación del resto de la plantilla en fijos discontinuos, al tiempo que se les asegura un mínimo de ocho meses de trabajo al año, "como la mayoría de los hoteles de España".

En este plan "se demuestra que el coste laboral es el 80 por ciento de los ingresos" y que el nivel de absentismo se sitúa en un 15 por ciento, "cinco veces superior a la media nacional", afirmó, añadiendo que "no hay negocio en el mundo que pueda soportar una carga de este tipo".

No obstante, aseguró que su intención "no es cerrar el hotel", sino adaptar el número de trabajadores al número de habitaciones ocupadas. "Si en invierno, hay 30 habitaciones ocupadas de las 196 existentes, no podemos tener 240 empleados", comentó.

En cuanto a los atrasos, que, según López Estera, ascienden a unos 3.000 euros de media, se les planteó pagarles la deuda en varias partes, de modo que "antes de finalizar el mes habrían regularizado su nomina".

"El lunes se les pagó 300 euros, ayer 500, hoy se les proponía 200 euros y el martes otros 1.000, mientras que el resto sería abonado en un par de semanas", explicó, si bien lamentó que, sin embargo, "los empleados no han querido ni que se les entregue este plan".

"Veo muy constitucional y de derecho que hayan optado por la huelga, pero lo que no es aceptable es que se pongan con trompetas a molestar a los clientes", manifestó López Estera, quien lamentó además que los trabajadores "no han aceptado servicios mínimos", por lo que "no podemos ofrecer ni agua a los clientes".

"No es lógico que los clientes, que llevan 40 años viniendo y que algunos son personas mayores, tienen que desplazarse al centro para comer y cenar", aseveró, al tiempo que informó de que actualmente hay 160 habitaciones ocupadas.

Ante la petición de los trabajadores de establecer un plan de pagos, López Estera indicó que "está abierto a negociaciones" no sin antes aclarar que, "de no haber regulación de empleo, como ocurre cada cinco o seis años, ese calendario de pagos no es viable".

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