Amposta y Deltebre, dos de las poblaciones del sur de Tarragona donde la tradición de los 'correbous' posee mayor vitalidad, arrancan este fin de semana sus fiestas mayores sumidas en polémica tras la prohibición de las corridas de toros en Catalunya y el debate abierto sobre la protección de los festejos taurinos populares de las Terres de l'Ebre.

Junto a Amposta y Deltebre, las dos 'catedrales' de los 'correbous', la máxima "sin toro no hay fiesta" se extiende estos días por otros municipios más pequeños como L'Aldea, Cases d'Alcanar, La Galera y Corbera d'Ebre.

Solamente en Amposta se van a celebrar en los próximos diez días un total de 42 eventos con el toro como protagonista, con 17 'bous embolats' y cuatro 'enllaçats' procedentes de una docena de ganaderías (cinco autóctonas de la zona), entre otras variantes. El Ayuntamiento destina 90.000 euros a actos que llegan a congregar a más de 4.000 personas.

En las Terres de l'Ebre funcionan 33 comisiones taurinas, 24 peñas taurinas y otras seis de emboladores. En total, representan a más de 5.000 personas, según datos de la Delegación de la Generalitat.

El presidente de la Agrupación de Comisiones y Peñas Taurinas, Miquel Ferré, ya ha anunciado que desarrollarán una campaña de recogida de firmas a favor de los 'correbous' y animarán a los defensores de esta tradición a que "cuelguen pancartas y banderas en los balcones para dejar claro el arraigo popular de estos festejos".

Incluso el delegado de la Generalitat en las Terres de l'Ebre, Lluis Salvadó, ha urgido al Parlament para agilizar la normativa de blindaje de los 'correbous', una vez que la Comisión de Garantías Estatutarias ha rechazado el recurso del PP.

De aquí a finales de agosto llega la temporada más fuerte de 'correbous', con localidades además de las citadas como Ulldecona y La Sènia, que tomarán el relevo, incluso hasta las primeras semanas de septiembre en Aldover y Horta de Sant Joan.