Descubre los rincones de Dublín

Bulliciosa y cosmopolita se yergue Baile Átha Cliath, nombre irlandés para la que nosotros conocemos como Dublín, capital de Irlanda y un lugar lleno de grandes sitios que visitar así como innumerables detalles a la espera de ser descubiertos por sus visitantes.

La ciudad, ubicada en la desembocadura del río Liffey, posee una larga y tumultuosa historia desde su fundación por los vikingos, pasando por la ocupación inglesa y su posterior independencia hasta hoy en día. Una urbe desde la que han escrito autores como Yeats y Joyce, y que fruto de su ubicación ha logrado conservar numerosos rincones en que se puede disfrutar del sabor irlandés.

Para conocer la ciudad se puede usar el sistema de transporte urbano, que está muy bien y no es caro, lo mismo que buena parte de los trayectos se puede realizar fácilmente a pie. Ya recorriendo las calles de Dublín un paradero obligado es la famosa fábrica de cerveza Guinness, donde disfrutarás de un interesante recorrido que le pondrá al tanto de la historia tras esta marca así como la de la ciudad, y además también podrás disfrutar de una muestra de lo mejor de esta cerveza. Un dato curioso es que tanto el escudo de ésta marca de cerveza como la del estado irlandés es un arpa, sólo que la del estado se encuentra al revés; esto es simplemente porque la empresa patentó antes este símbolo.

Otro recorrido interesante es el tour Dublín, la ciudad que luchó contra un imperio. Este se inicia en la librería del Sinn Féin desde donde se realiza un recorrido por los más importante hitos de lo que fue la lucha por la independencia irlandesa. El tour dura cerca de una hora y media y no tiene costo.

El Temple Bar es otro lugar imprescindible. Si bien es un sitio bastante turístico y algo caro, no puede dejar de visitarse. Aquí se puede encontrar una rica vida cultural y mucha fiesta. Artistas callejeros y galerías de arte, música en las calles y un mercado de comida orgánica, así como cine y conciertos al aire libre según la época del año son otros atractivos. Al caer la noche no pueden faltar las visitas a algunos de los pubs de la zona como el Porterhouse, aunque si quieres algo más típico debes ir al Oliver St. John Gogarty.