Responsables de las consejería de Agricultura y Ganadería y de Medio Ambiente de Castilla y León han dado hoy prácticamente por concluido el brote, casi con toda probabilidad de origen infeccioso por las altas temperaturas, que desde el pasado día 27 de julio ha provocado la muerte de un total de 102 ciervos, la mayor parte de ellos, 92, en la reserva de caza de la Sierra de la Culebra, en la provincia de Zamora, y otros 10 más en zonas limítrofes de León y se han mostrado confiados en que este fin de semana puedan conocerse los resultados de los análisis que están siendo realizados en distintos laboratorios.

Si bien aún se desconoce la causa que ha provocado esta elevada mortandad entre la población de cérvidos de la Comunidad, lo que sí parece haber quedado ya descartado, tal y como han coincidido el director general del Medio Natural, José Ángel Arranz, y la viceconsejera de Desarrollo Rural, María Jesús Pascual, es que el origen sean la lengua azul, la hemorragia del ciervo, la brucelosis, la perineumonía y, mucho menos, un posible agente tóxico.

"No es una zoonosis, es decir, una enfermedad que se pueda transmitir a los seres humanos, sino más bien puede ser un proceso infeccioso de similares características al registrado en 2007 en Cádiz, donde murieron 463 ciervos. En aquel brote se dijo que podía ser a causa de una bacteria denominada Pasterella", ha explicado María Jesús Pascual, quien, en cualquier caso, ha expresado su deseo de salir de dudas cuando se conozcan los resultados de los análisis que se están realizando en laboratorios de referencia como los de León, Algete (Madrid) y Santa Fe (Granada) e incluso a través de la Universidad leonesa.

Tanto la viceconsejera de Desarrollo Rural como el director general del Medio Natural han advertido de que la recogida de muestras para estos análisis ha resultado harto complicada, ya que los cadáveres de los cérvidos localizados se hallaban muy deteriorados por las altas temperaturas.

Así, sólo pudieron obtenerse muestras "viables" de siete ciervos y pudieron practicarse cinco necropsias, a través de las cuales, fruto de los análisis, se han ido descartando determinadas enfermedades, sin que hasta el momento se haya obtenido resultado positivo.

No han vuelto a aparecer ejemplares

Durante su intervención, ambos responsables han aprovechado para tranquilizar a la población, en el sentido de que el brote no presenta riesgos para el ser humano y, además, porque el mismo, de especial virulencia entre la última semana de julio y los días 3 y 4 de agosto, "está remitiendo" y parece darse ya por concluido puesto que no han vuelto a contabilizarse más bajas, según Arranz, quien, en cualquier caso, ha calificado de "discreto" el efecto de este brote entres población de ciervos de entre 6.000 y 7.000 ejemplares que puebla los montes de la Comunidad.

Por su parte, María Jesús Pascual ha descartado que la muerte de ciervos tenga relación alguna con las trece bajas registradas en cuatro explotaciones ganaderas de la provincia de León. En este sentido, la viceconsejera ha explicado que del resultado de las inspecciones efectuadas "no se detecta una causa anormal" en la muerte de estas reses, que habrían fallecido por Carbunco Sintomático, "que es una enfermedad doméstica".

La representante de la Junta ha manifestado que tras conocerse el diagnóstico se ha sometido a vacunación a las reses de estas cuatro explotaciones y desde entonces no se ha vuelto a registrar baja alguna. "Hemos advertido a sus propietarios que si se produce alguna nos lo comuniquen para someter a los animales fallecidos a los mismos análisis que los que están siendo efectuados a los ciervos", ha añadido Pascual, quien, sin embargo, ha reiterado que la cabaña ganadera no se ha visto afectada por el brote sufrido por la población de cérvidos.