El portavoz del equipo de Gobierno en el Ayuntamiento de Santander, Eduardo Arasti, ha reiterado que el protocolo del AVE firmado este miércoles por el ministro de Fomento, José Blanco, y el Gobierno cántabro es la "culminación de un gran engaño colectivo".

Según ha explicado en rueda de prensa, la construcción de una línea de alta velocidad es un proyecto "muy complejo" y es "incompatible" con la fecha dada en el protocolo para la llegada del tren a Cantabria, en el 2015.

En este sentido, ha puesto el ejemplo de otras obras semejantes, como la línea del AVE Orense-Santiago de Compostela, que cuenta con una previsión de doce años desde la licitación del estudio informativo hasta la fecha de entrada en funcionamiento, o la 'Y' Vasca, que entrará en servicio en el 2016, después de diecinueve años de trabajos.

También se ha referido a la línea León-Gijón, que tenía un plazo de ejecución de 60 meses, desde el 2003, y después de siete años aún no ha finalizado. Además, ha destacado el desnivel de 642 metros con el que cuenta el tramo de esta última línea, frente a los 757 metros existentes entre Reinosa y Los Corrales de Buelna.

Para Arasti, el protocolo firmado es un "engaño a los ciudadanos de Santander y Cantabria", ya que no se prevé un AVE de las mismas características que el firmado en Galicia, Asturias y País Vasco.

Una línea del siglo xix

En esas comunidades, ha afirmado, "se están haciendo líneas de este siglo", mientras a la capital cántabra, el tren de alta velocidad llegará por la línea Reinosa-Santander, "que inauguró la reina Isabel II a mediados del siglo XIX".

Y es que, a su juicio, con la firma del protocolo el Gobierno de Cantabria ha "renunciado" a la línea de alta velocidad Reinosa-Santander, confirmando lo que ya avanzaron en junio el consejero de Obras Públicas, José María Mazón, y el vicesecretario general del PRC, Rafael de la Sierra, "aceptando" que el AVE llegara a Reinosa y que el tramo hasta Santander se mejorara.

Frente a ello, Arasti ha subrayado que "el tren de alta velocidad requiere un nuevo trazado" y "grandes infraestructuras", algo que "no se ha contemplado" en el protocolo firmado, sino "sólo una adaptación".

Tras recordar que trenes como el Alvia o el Talgo ya circulan por ese tramo, Arasti ha asegurado que esta adaptación de la línea Reinosa-Santander es la primera "gran falsedad" del protocolo, ya que "ni Cantabria ni Santander tendrán línea de alta velocidad" y, además, perderán competitividad.

Según dice, las obras realizadas en comunidades vecinas suponen una "transformación" de su economía, y en Cantabria "va a haber un coste de oportunidad por no hacer esas obras", entre otras cosas, por la deslocalización de empresas. Si el protocolo se lleva a la práctica, Cantabria y Santander "lo van a pagar en términos competitivos" y "en Producto Interior Bruto y desempleo", ha señalado.

"injustamente discriminada"

El portavoz del PP ha recordado que el pacto de legislatura firmado entre PSOE y PRC recogía que la línea de alta velocidad "debería ser de las mismas características que las del resto de comunidades y ejecutarse al mismo tiempo".

Sin embargo, ha resaltado que "aquí no se ha licitado ninguna obra de alta velocidad" y en cambio, "en Galicia, Asturias y País Vasco, las obras se vienen realizando desde hace muchos años".

"Hace unos meses íbamos a tener dos AVE, después uno, y ahora, después de la firma del protocolo, no vamos a tener ninguno", ha enfatizado Arasti, quien ha lamentado que "Santander será la única ciudad del norte sin línea de alta velocidad", y "será injustamente discriminada".

En su opinión, "es evidente" que Revilla y Gorostiaga han antepuesto "sus intereses personales y partidistas frente a los intereses generales de los vecinos de Santander y de toda Cantabria, engañando y mintiendo a los ciudadanos".

El portavoz 'popular' ha recordado que el Gobierno regional "permitió" que se anulara la tramitación administrativa realizada por el Gobierno del Partido Popular y, frente a ello, ha considerado que "en la vida es inteligente apoyarse en lo que han hecho los demás, y no tirar por la borda el trabajo que han hecho los gobiernos anteriores".

Respecto a la cuestión de los tiempos de viaje, Arasti ha señalado que "es difícil pronosticar el tiempo de llegada si aún no se sabe por dónde va a ir" el tren, pese a que Gorostiaga y el ministro de Fomento, José Blanco, han asegurado que el viaje sería de tres horas.