Las autoridades colombianas trabajan con la hipótesis de que uno de los máximos líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Germán Briseño, alias Grannobles, líder del frente 10 de la guerrilla, pudiera haber ordenado el atentado contra un grupo de edificios en el centro financiero de Bogotá, que albergan las sedes de la emisora Caracol Radio y de la Agencia EFE.

Felipe Muñoz, director del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, los servicios secretos colombianos), ha afirmado en declaraciones al diario local El Espectador que Grannobles es uno de los encargados de ordenar los atentados de las FARC en Bogotá, si bien precisó que el organismo que preside aún no tiene una hipótesis definitiva sobre la autoría del atentado.

De hecho, las autoridades no descartan que el ataque pudiera haber sido llevado a cabo por grupos extremistas que rechazan la negativa del Gobierno del presidente Juan Manuel Santos a llevar a cabo un proceso de paz dialogado con la guerrilla.

Sin embargo, fuentes gubernamentales consultadas por El Espectador no descartan la posibilidad contraria, es decir, que el ataque sea una advertencia de la guerrilla al nuevo Gobierno, con la que pretenderían disuadirle de seguir con la política de dureza con las FARC desarrollada por el ex presidente colombiano Álvaro Uribe.

El atentado, perpetrado la madrugada del viernes (hora local) con un coche comba cargado con 50 kilos de explosivos en el centro financiero de Bogotá, ha afectado a los edificios donde tienen su sede la emisora Caracol Radio y la Agencia EFE. La explosión ha dejado además un saldo de al menos 18 heridos.

Santos ofrece recompensa

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, admitió que se desconocen aún los autores y el objetivo del atentado cometido en Bogotá y anunció una cuantiosa recompensa por información que permita dar con los responsables.

El gobernante anunció que para que las autoridades avancen en la investigación y encuentren a los responsables "a la mayor brevedad posible", el Gobierno ofrece una recompensa de 500 millones de pesos colombianos (más de 200.000 euros) por información que permita detener a los autores materiales y a los inductores del atentado.