CAI logra un beneficio neto de 10 millones en el primer semestre, un 66% menos que en el mismo periodo de 2009

Después de dotar provisiones por importe de 44 millones de euros, con el fin de reforzar su balance

Caja Inmaculada (CAI) ha obtenido un beneficio neto de 10 millones de euros en el primer semestre del año, tras destinar 44 millones a provisiones para incrementar todas las coberturas de sus riesgos y reforzar su balance, lo que representa un 66 por ciento menos que en el mismo periodo de 2009, según ha informado la entidad de ahorro.

Dichos resultados son superiores proporcionalmente a los 18 millones de euros obtenidos en el pasado ejercicio, por lo que desde CAI han resaltado que finalizará con un beneficio similar.

La entidad, pese a las situación económica y a las adversas condiciones para el negocio financiero, con bajos tipos de interés, ha reforzado en el primer semestre de 2010 su solidez patrimonial, liquidez y gestión de la actividad con los clientes, han agregado desde Caja Inmaculada en una nota de prensa.

Los fondos propios alcanzaron 863 millones de euros, que representa un 7,54 por ciento del saldo del activo del balance, una de las ratios de solvencia más elevadas en el sector de cajas de ahorros, mientras que el coeficiente de recursos propios llega a un 12,43 por ciento y el 'core capital' un 8,64 por ciento, tras aumentar 0,15 puntos en el semestre.

La fortaleza financiera y la solvencia de CAI también quedaron confirmadas en las pruebas de resistencia realizadas por el Comité de Supervisores Bancarios Europeos a los principales bancos y cajas de la Unión Europea, entre los que figura el SIP constituido por Caja Inmaculada, Caja Círculo de Burgos y Caja Badajoz, han subrayado desde la entidad.

Los resultados obtenidos por este grupo superan el nivel de solvencia exigido (Tier 1) incluso en el escenario más adverso de los planteados. Además, se logran estos buenos resultados sin necesidad de apelar a las ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

La situación de liquidez, incorporando la posición en el interbancario, caja, Banco de España y la renta fija disponible, se situó en 1.394 millones de euros, que equivale a un 12 por ciento del activo, lo que muestra su holgada posición. Además, la Caja no tiene vencimientos de emisiones en todo el año 2010.

Los créditos representan un 96 por ciento de los depósitos. Los depósitos de clientes crecieron un 1 por ciento en variación interanual, hasta alcanzar un saldo de 8.881 millones de euros, destacando el crecimiento en las imposiciones a plazo y, en desintermediación, los planes de previsión.

Asimismo, se formalizaron operaciones de crédito por importe de 1.120 millones de euros. El saldo de inversión crediticia se situó en 8.516 millones de euros, un 3 por ciento inferior respecto al mismo periodo del anterior, debido a la baja demanda de financiación por parte de familias y empresas.

La ratio de créditos dudosos se redujo 0,05 puntos respecto al primer trimestre y se situó en el 4,78 por ciento por debajo de la media de las cajas de ahorros y bancos (5,50 por ciento). En términos absolutos, la morosidad descendió 7 millones de euros respecto de final de 2009. La cobertura de dudosos fue de un 52 por ciento, en línea con los indicadores del sector de cajas de ahorros.

El activo del balance fue de 11.444 millones de euros, con una variación absoluta interanual de 264 millones de euros, un 2 por ciento en términos relativos. Los gastos de explotación se redujeron un 2 por ciento, continuando el proceso de optimización de la estructura productiva y de distribución comercial. La ratio de eficiencia se situó en un 53 por ciento.

Caja Inmaculada dispone de 238 oficinas y 358 cajeros automáticos. El número de empleados asciende a 1.311. 18,7

Millones para obra social

La Obra Social cuenta en 2010 con un presupuesto de 18,7 millones de euros, de los que 9 millones proceden del 50 por ciento del resultado del ejercicio 2009.

Durante el primer semestre, CAI ha firmado nuevos convenios de colaboración con numerosas instituciones y organizaciones sociales aragonesas para atender proyectos y actividades asistenciales, culturales, de investigación, medioambientales y deportivos. Además, ha seguido apoyando a las entidades que gestionan centros de la Caja.

Destaca la inauguración en el mes de mayo de la Residencia CAI-Ozanam Oliver, la obra asistencial más importante de Caja Inmaculada en los últimos años, tanto por su inversión, 12 millones de euros, como por su función social; cuenta con 210 plazas de residencia y 40 de centro de día para personas mayores. Además, da empleo a más de 120 personas.

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