El director y creador de cine de animación Carlos Varela ha elogiado que el formato 'flash' ha logrado "democratizar" el acceso a la producción de animación, al basarse en una técnica más sencilla que permite dedicar menos recursos materiales y humanos.

Las nuevas tecnologías también han hecho que los animadores no vean a la televisión como el "único referente" para emitir su trabajo, según ha explicado en rueda de prensa con motivo de su participación en un taller de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander.

Ahora, los creadores de cine de animación crean proyectos que se pueden descargar por Internet o incluso en el teléfono móvil, ha subrayado.

Y además todas estas técnicas se pueden "combinar" entre sí, de forma que un trabajo pueda comenzar en la Red, y luego pasar a los móviles o tener una adaptación a los videojuegos, entre los ejemplos que citó Varela.

No obstante, Varela también ha señalado que el riesgo que se corre con el formato 'flash' es que, al trasladarse al cine, esté "influenciando" y "estandarizando" el ritmo narrativo en la gran pantalla, al reproducir en los largos el estilo de los cortos realizados mediante esta técnica.

En general, ha mostrado su temor a que se acabe usando "esquemas rígidos" y ha aseverado que "la globalización nos está machacando un poco".

En cualquier caso, ha precisado que lo importante siempre es "contar una historia", independientemente del formato. "Si la historia es buena y tiene valor para alguien, da igual cómo la cuente", ha expresado.

Varela ha asegurado que la animación española "nunca ha estado como para tirar cohetes". Este director ha descrito al sector como "atomizado", con "muchos estudios y muy chiquititos", con "altos costes sociales" que les hacen depender de las subvenciones públicas, algo a lo que contribuye que la legislación tampoco favorezca la inversión privada.

Varela ha incidido en que no hay una estructura de la "endeble" industria, pero sí se ha logrado desarrollar la creatividad de los autores, hasta el punto de que muchos de ellos son fichados por las grandes productoras estadounidenses. "No hemos conseguido que los grandes artistas se nos vayan en cuanto sientan la tentación", ha manifestado.