"Siempre me olvido de recoger los premios, porque cada vez que me entregan uno, me quitan el programa". Así empezaba su alocución, Jesús Quintero, tras recibir el Premio Extraordinario de a las Artes Audiovisuales de la XI Convocatoria Cultural Internacional. Seguidamente, agradeció este reconocimiento porque incluye la palabra 'arte', al considerar la comunicación precisamente como "un arte, su destino y forma de vida".

Quintero hacía alusión a la mina, recordando a su hermano que fue minero en Río Tinto, otra palabra, que traslada a la radio como "una mina abandonada", a la televisión como "una mina abandonada y saqueada", algo que no ocurre con el flamenco que "no es una mina abandonada" gracias a festivales y gente como la de La Unión, que "permanece unida desde hace 50 años para mimar y ensalzar el flamenco, música que nace del alma y transmite verdad, porque ya estamos hartos de tenores huecos".

Natural de Huelva, se crío al lado de una familia flamenca 'Los Noro' escuchando siempre sus cantes y achaca su sentido del tiempo y del ritmo, su forma de hablar, sus silencios al flamenco. Seguidamente, ha evocado recuerdos y anécdotas de los flamencos al los que ha ido entrevistando a lo largo de su trayectoria profesional, como Antonio Mairena, Beni de Cádiz, Fernanda de Utrera. Paco Toronjo, con los que "¡me he reído tanto!". Con algunas frases tan ilustres como "Tó el que dice Yo soy, no tiene a nadie que le diga tú eres" ó, esta otra "Para cantar bien una seguiriya, hay que saber hacer bien un potaje".

Jesús Quintero ha concluido sus palabras haciendo una crítica a la televisión actual "tan poco sensible, tan poco inteligente, que desprecia la cultura y revelaba su preocupación al percibir una España más vulgar, con un lenguaje mascado con chicle, en el que hacer grandes preguntas es una agresión. Echo de menos la España de los 70". Concluía diciendo que "es necesario que siga existiendo La Unión y el flamenco" y daba las "gracias por estar en una tierra que se ha convertido en un milagro y que se está manteniendo".

Ponía como ejemplo de constancia, lucha, innovación y arte, al cantaor, Miguel Poveda, protagonista de la penúltima gala flamenca del L Festival Internacional del Cante de las Minas. "Su ritmo, compás y su conexión inmediata con el espectador" le ha hecho crecer como la espuma. '

La unión.

Historia y vida de una ciudad minera'

La agenda se iniciaba con la presentación del libro 'La Unión. Historia y vida de una ciudad minera', escrito por los profesores de la UMU, Miguel Ángel López Morell y Miguel Ángel de Perceval. Ambos han señalado que la obra recoge estudios e investigaciones, realizadas sobre Las Unión y su minería, destacando que de un secarral se creó uno de los municipios más habitados de la Región de Murcia que llegó a contar hasta con 30.000 habitantes a principios del s. XX, dando pie a la denominación de Nueva California.

El libro recopila a los protagonistas de la minería, tanto a los empresarios y empresas explotadoras como a los mineros y a la gente que trabajaba para la mina, cuya calidad de vida distaba mucho de la de sus patrones. Todo esto ha dejado un rico patrimonio industrial y urbanístico, una herencia con más de dos mil pozos mineros que ahora se empieza a poner en valor para vivir de ella en el futuro.