Veintiséis personas han perdido la vida en los accidentes registrados en las carreteras españolas durante el pasado fin de semana, el más trágico en cuanto a siniestralidad en lo que va de año, según han informado fuentes de la Dirección General de Tráfico (DGT).

Durante el fin de semana se han producido 24 accidentes mortales, en los que han fallecido 26 personas y 30 han resultado heridas, y hay que destacar que de los muertos en las carreteras ocho eran motoristas y siete peatones.

De estos 24 accidentes, siete han sido salidas de vía, otras tantas colisiones y siete también el número atropellos de peatones. Diez se produjeron por distracción y el resto por otras infracciones.

A pesar de las cifras de este fin de semana, hay que subrayar los datos del acumulado anual hasta el 8 de agosto, que da buena cuenta del descenso de la siniestralidad en nuestra red viaria: se han contabilizado 991 muertos, que son 174 menos que hasta la misma fecha del año pasado, lo que representa un descenso del 15%.

Entre los accidentes más graves destaca el ocurrido la madrugada del domingo en el kilómetro 28 de en la AP-1, a la altura de Briviesca, donde un bebé de seis meses y un niño de 2 años han fallecido al salirse de la vía el vehículo en el que viajaban junto con otras cuatro personas.

Un joven de 19 años murió y otros tres, de edades comprendidas entre los 17 y los 35 años, sufrieron heridas muy graves en la localidad orensana de A mezquita, también al salirse de la vía -la OU311- el coche en el que circulaban.

Entre los atropellos, cabe destacar el de un hombre de 74 años en un camino vecinal de Vícar (Almería); un joven de 19 años en la C-51, en Alió (Tarragona);  un hombre de 68 años en la A-334, en Baza (Granada), y una mujer de 57 años en la CP-3250, en Monforte de Lemos (Lugo). En este último caso el conductor se dio a la fuga.