Un grupo de científicos de la Red Española de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos (www.spmn.uji.es) ha hecho una propuesta al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para que se apruebe una ley que amplíe la regulación del tráfico de meteoritos equiparándola a la de Argentina o Brasil, país este último en el que un geólogo alicantino lleva casi un mes retenido acusado de una tentativa de contrabando por la compra de una de estas rocas.

La aprobación de su propuesta, que "ha pasado a instancias mayores", supondría no permitir el contrabando de muestras geológicas como los meteoritos que llegan de otros planetas, según ha señalado a Europa Press el coordinador de la Red de Investigación de Bólidos y Meteoritos, investigador del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC) y científico titular del CSIC, Josep María Trigo.

"No queremos evitar que se busquen meteoritos ni mucho menos, porque son muestras valiosas que deben ser estudiadas, lo que queremos es evitar que se trafique con ellos", ha apuntado, al tiempo que ha remarcado su objetivo de "sensibilizar a la opinión pública y a los gobernantes para que la ley salga adelante".

En España, actualmente, existe una ley de patrimonio geológico del año 2007 en la que, entre las muestras geológicas, se cita por primera vez los meteoritos, considerándolos de esta forma "muestras de valor geológico". No obstante, según asegura Trigo, la normativa no indica expresamente que se deba evitar su compra y venta, siendo la especificidad "un poco vaga".

"Queremos que esto se regule adecuadamente, que se fomente la investigación y la divulgación y que se preserven estas muestras como legado para nuestros nietos y que sean tanto centros de investigación como museos los que las alberguen sin ningún tipo de ánimo de lucro", ha destacado, al tiempo que ha precisado que en otros países de Europa como Alemania y Francia, se está haciendo algo similar a su propuesta.

En esta línea, Trigo ha recordado la caída de dos meteoritos en España, uno en Villalbeto de la Sierra (Palencia) en 2004 y otro en Puerto Lápice (Ciudad Real) en 2007, ocasiones en las que, según ha señalado, las autoridades "fueron informadas de que vinieron cazadores de meteoritos a España" y, aún así, "buena parte de ellos fueron sacados del país".

En concreto, ha señalado la importancia del meteorito de Puerto Lápice que era la séptima eucrita —un tipo de meteorito— caída en toda Europa pues, según ha remarcado "es poco común que lleguen rocas del asteroide Vesta, uno de los más grandes del sistema solar y del que se piensa que es el cuarto progenitor de este tipo de meteoritos".

Dos o tres meteoritos al año en españa

En España, con una extensión de medio millón de kilómetros cuadrados, pueden caer del orden de dos o tres meteoritos al año con una masa superior al kilogramo. Los meteoritos caen de manera homogénea en todo el mundo, dependiendo del área de cada país, aunque estadísticamente donde más caen es en el mar por su extensión superior a la de tierra.

En cualquier caso, Trigo ha subrayado el alto valor científico, "más que cualquier valor económico" de la caída de una de estas muestras geológicas. Así, cree que se deberían donar a las instituciones científicas, tal y como su red de investigación ya hizo con una pieza del meteorito de Puerto Lápice en 2007, que entregó al Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid.

Por todo ello, ha apuntado que "cualquier persona que visite un país debe de estar al tanto y debe cumplir la normativa de regulación del país", en referencia al geólogo alicantino de 43 años de edad que lleva casi un mes retenido en Brasil, acusado de una tentativa de contrabando, después de haber comprado un supuesto meteorito de 200 gramos durante su viaje de luna de miel en Río de Janeiro.

Expolio en brasil

Trigo considera que Brasil, con "una enorme riqueza mineralógica" ha sido expoliada en este sentido y también lo piensa de España. "Hay que fomentar que eso se acabe en futuras caídas de meteoritos y también en futuros descubrimientos de minas al aire libre tanto de minerales como de fósiles o meteoritos", ha agregado.

Además, ha afirmado que estas muestras que "llegan continuamente" y "de manera gratuita", constituyen "un campo de oportunidad para las ciencias planetarias" y además, es una forma de ahorrar si se compara con los "miles de millones de euros" que cuestan las misiones espaciales en las que se envían sondas planetarias o posan una nave en la superficie de un planeta o satélite para recoger muestras.

Los meteoritos que llegan a tierra —no todos, puesto que muchos se deshacen por el camino— deben conservarse en condiciones estancas, evitando, por lo general, el contacto con el aire, especialmente si se trata de meteoritos metálicos pues, según explica el experto, el metal se corroe muy fácilmente en una atmósfera como la de la tierra, rica en oxígeno.