Unos 12.000 jóvenes asisten a una misa con ambiente festivo en el Estadio de San Lázaro como fin de peregrinación

El encuentro PEJ 2010 reúne en Santiago a 48 obispos y 400 sacerdotes en donde el cardenal Rylko ha valorado el papel del Camino

Unos 12.000 jóvenes han asistido a una misa con ambiente festivo en el Estadio de San Lázaro en el marco de la 'Peregrinación y Encuentro de jóvenes' (PEJ 2010), que organiza la Iglesia en Santiago de Compostela, tras cuatro días en donde han tenido lugar diversas catequesis, oraciones y conferencias en la capital de Galicia con motivo del Año Santo.

En un escenario situado en el Fondo Sur del estadio, el presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, Stanislaw Rylko, ha celebrado una eucaristía rodeado de 48 obispos de diferentes diócesis españolas colocados al lado de una gran cruz de madera, entre quienes se encontraban el cardenal de Madrid, Rouco Varela, —natural de Vilalba (Lugo)— el cardenal de Barcelona, Luis Martínez Sistach, o el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla.

Junto a ellos, unos 400 sacerdotes —según datos de la organización— vestidos totalmente de blanco han seguido la celebración sentados en sillas de plástico en varias filas frente al escenario y al lado de una pantalla gigante que ha retransmitido el evento.

Así, la celebración ha comenzado con una lectura del Libro de la Sabiduría de Salomón, a la que ha seguido una canción que ha sido coreada desde las gradas con un "cantad con alegría, Jesús es el señor".

Durante el acto, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, ha hecho mención a la "referencia" del Camino para "generación tras generación" durante los últimos "mil años", al tiempo que ha invitado a los jóvenes a responder "a la llamada de la vocación sacerdotal".

En este sentido, ha remarcado que la capital de Galicia es "la meta de llegada para el hombre viejo, y punto de partida para el hombre nuevo", a la vez que ha destacado la preparación para próxima visita a Compostela del Papa Benedicto XVI, que tendrá lugar el 6 de noviembre.

Discurso rylko

Tras esto, Stanislaw Rylko ha leído un discurso en el que ha valorado la importancia del Camino de Santiago, para lo cual ha recordado las palabras que pronunció Juan Pablo II durante su visita a Compostela en el año 1982, en las cuales invitaba a la "Vieja Europa" a "revivir sus orígenes históricos" y a "descubrir" sus raíces.

Durante su homilía, ha destacado que "Dios es la luz del mundo" en una sociedad que, a su juicio, vive "un tiempo confuso y tenebroso". Así, ha criticado la "cultura posmoderna que domina la escena" en detrimento de la fe, y ha recriminado que hoy en día "no hay lugar para Dios en la vida pública".

Por ello, el presidente del Pontificio Consejo para los Laicos ha invitado a los jóvenes a "no tener miedo" del evangelio, a lo que ha agregado que "no hay nada más falso" que la identificación del cristianismo con "un cúmulo de prohibiciones".

Junto a esto, ha citado unas breves palabras del Papa Benedicto XVI en las que ha subrayado que "el gran problema del hombre de hoy es la cuestión sobre Dios", así como "tantos problemas que no se resolverán sin él".

"Patrono sigue protegiéndonos siempre", ha finalizado Rylko a la vez que emplazaba a los asistentes a tomar parte de la Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar en Madrid el año que viene. Un envite que ha sido respondido desde las tribunas con un: "sí, sí, sí, nos vamos a Madrid".

Comunión multitudinaria

Unos 130 sacerdotes del total congregado han sido los encargados de repartir las 12.000 hostias consagradas preparadas para la comunión. Con este objetivo, los eclesiásticos se han repartido por el terreno de juego y han subido las gradas, en donde se han formado filas en las escaleras de acceso a las butacas.

Momentos antes, durante la consagración de las hostias se ha guardado un silencio sepulcral, en el que sólo se oía el viento que se colaba por megafonía, con miles de personas arrodillándose al mismo tiempo.

Entre los sacerdotes, había quien portaba gafas de sol o gorros para resguardarse de un cielo en el que no se veía ni una sola nube, los cuales se han acercado a unas gradas en las que no se veía tanta gente desde que la S.D. Compostela jugaba en primera división.

Así, las butacas de preferencia y Fondo Norte del estadio se encontraban casi llenas, aunque había vacíos en Tribuna y sin nadie en el Fondo Sur, donde estaba situado el escenario.

Los cánticos que hace años se escuchaban con las gradas llenas en honor de jugadores como Fabiano o Nusa Ohen, volvieron a oírse aunque cambiando la letra por "cristianismo, cristianismo" al ritmo de palmas, o la letra que sonó durante la eucaristía: "Quiero ver, quiero creer, meter la mano en tu costado como Tomás, poder tocar la herida abierta de los clavos".

Asimismo, durante la comunión se ha acondicionado una jaima especial a la derecha del presbiterio para que los celiacos pudiesen participar de ella.

Textos en catalán,

Euskera y portugués

En el transcurso de la celebración se ha reservado un espacio para la lectura de textos en catalán y euskera sobre el significado de esta celebración para los jóvenes, aunque en lo que se suponía el turno del escrito en gallego se ha declamado un texto en portugués.

Más allá de que entre los asistentes hubiese algunos peregrinos portugueses que exhibían sus banderas, en toda la misa, que ha durado aproximadamente unos 90 minutos, no se ha leído ningún texto en gallego.

Sacerdotes botando

Al final de la celebración y en un ambiente distendido, decenas de sacerdotes han terminado botando frente a la grada de Tribuna al ritmo del himno oficial de estas jornadas que ha sido reclamado por los participantes para que sonase por megafonía.

Además, en todo el recinto se podían ver diferentes banderas de España, Asturias, Portugal e incluso una de Palestina, así como diferentes pendones con el nombre de las diócesis, las cuales han dejado de ondearse durante la misa a petición de la organización para facilitar la visión.

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