La Policía Local de Loja (Granada) imputa un presunto delito de homicidio por imprudencia y dos delitos de lesiones graves a la joven que el pasado miércoles atropelló mortalmente a un hombre de 62 años tras perder el control de su vehículo e hirió a otras dos personas, una de ellas una mujer embarazada.

La conductora, una chica de unos 23 años, dio negativo en las pruebas de alcoholemia y tenía todos los permisos de circulación en regla, por lo que todos los indicios apuntan a que el accidente fue fruto de una "cadena de acontecimientos desgraciados", según indicó a Europa Press uno de los agentes responsables del caso.

El suceso se produjo dentro del casco urbano del municipio, en la calle Rafael Pérez del Álamo, donde la joven perdió el control del vehículo en la subida de una rampa e invadió la acera por donde circulaban las tres personas afectadas.

La víctima mortal falleció a causa del impacto, mientras que la mujer embarazada permanece ingresada en un centro hospitalario con pronóstico grave. El tercer afectado, de 61 años, se fracturó la costilla, tiene un esguince en el tobillo y presenta numerosas contusiones en el cuerpo, aunque ya ha recibido el alta médica y se recupera en su domicilio.

Tras el suceso, los agentes procedieron a interrogar a la conductora y a los testigos de los hechos para tratar de esclarecer lo ocurrido, aunque la propia implicada declaró a los que el coche se le había calado minutos antes del accidente y "se puso nerviosa, dio un acelerón al coche y se le fue hacia la acera", relataron las mismas fuentes policiales, que ya han dado traslado de los hechos a la autoridad judicial.