Cancelan una fiesta de fin de año tras haber vendido 800 entradas

En una discoteca situada en Alberto Aguilera.
Compuestos y sin fiesta de Nochevieja. Así se vieron, la noche de fin de año, «entre 800 y 900 personas» que habían comprado una entrada para celebrar Nochevieja en la discoteca Fresh de la calle Alberto Aguilera (distrito de Chamberí), según denunció ayer la Confederación de Consumidores y usuarios de Madrid, CECU.

Esta organización ha pedido a la Comunidad que abra una investigación para conocer cuál era la situación legal de esta fiesta, y reclamó sanciones «ejemplarizantes» para acabar con este tipo de prácticas.

Dos horas ante la puerta

«A las 00.30 h las puertas estaban cerradas y dos horas después seguían igual», explicó a 20 minutos Daniel España, uno de los afectados. «Tuvo que venir la Policía, que nos comunicó que la discoteca había sido clausurada el 20 de diciembre».

También ha cosechado numerosas críticas la macrofiesta que el Ayuntamiento de Moralzarzal celebró en la plaza de toros, que costó 45 euros. «Frío gélido y más de una hora de espera para poder tomar una copa de garrafón», escribe Daniel Rodríguez, de 25 años. «En el precio se incluía todo el frío que se pudiese aguantar y ninguna bebida: tardamos casi una hora en llegar a la barra y, cuando al fin lo conseguimos, el camarero nos dijo que se iba a mear», comenta Patricia Vázquez, de 23.

El Ayuntamiento de Moralzarzal, sin embargo, no había recibido ayer ninguna queja formal. Fuentes municipales reconocieron que hacía frío, pero desmintieron que se sirviera garrafón y aseguraron que el acceso a la barra fue más fluido en la segunda mitad de la noche.

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