Entre los fallecidos hay un niño de siete años y dos adolescentes.

La tragedia, sin embargo, puede ser aún mayor, ya que la Policía da por desaparecidas a quince personas. Cerca de treinta heridos fueron atendidos por los servicios de emergencia junto al edificio. En el momento del siniestro se calcula que se encontraban en su interior 60 personas, la mayoría niños.

Las labores de rescate, en las que participan más de 700 personas, están siendo extremadamente difíciles  debido a la incesante nevada que cae sobre esta localidad de los Alpes Bávaros. Precisamente a la gran cantidad de nieve caída se apunta como principal causa del derrumbamiento del techo del palacio de hielo. Otros medios señalan el precario estado del edificio, construido en la década de los setenta, como el responsable.

Ayer se supo que, cuarenta minutos antes del siniestro, los entrenamientos de un club de hockey infantil se habían suspendido ante el riesgo de que el techo del palacio se viniera abajo por la nieve. Su entrenador, Thomas Rumpelte, dijo ayer que lo llamaron para comunicarle que cancelaban el entrenamiento para poder limpiar la nieve del techo. La gente se pregunta ahora por qué se canceló el entrenamiento, pero no se desalojó el edificio.

Marcada por la tragedia

Precisamente en la región de Reichenhall se produjo ayer otra tragedia al quedar sepultados diez esquiadores por un alud, dos de los cuales han muerto y uno desaparecido.