El diccionario define a un borde como alguien esquinado, impertinente, antipático. Considerando que sólo conocemos su imagen pública, que la mala fama es a veces una pesada losa, y sin perder, en cualquier caso, el buen humor, estos fueron, según los lectores, los más bordes de 2005:

Españoles

Julián Muñoz: A su pesar (se considera «perseguido»), el ex alcalde de Marbella no ha abandonado el mundo del corazón y las trifulcas con los paparazzi desde que inició su relación con Isabel Pantoja.

Eduardo Zaplana: En un año de crispación y descalificaciones en el Congreso, el portavoz parlamentario del PP es uno de los más votados.

J. L. Carod-Rovira: Sin pelos en la lengua y polémico cada vez que respira, el Estatuto ha colocado al líder de ERC en el ojo del huracán.

Alfredo P. Rubalcaba: Y de portavoz a portavoz, tampoco se libra el del grupo socialista, incidentes en los pasillos incluidos.

Ángel Acebes: Dicen que es difícil ser a la vez Ministro del Interior (en este caso, haberlo sido) y simpático. ¿Será verdad? El secretario general del PP es otro candidato.

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Extranjeros

George W. Bush: Invasor, ultra, poco capaz, frívolo, mal gobernante, torpe, peligroso... Los enemigos del presidente de los EE UU le han llamado muchas cosas. ¿Será también el más borde?

Victoria Beckham: Su famosa frase «España huele a ajo» le sigue pasando factura. La ex Spice Girl y esposa de David Beckham piensa, además, que los famosos españoles «no tienen glamour».

Condoleezza Rice: Es culta, brillante y la primera mujer negra en ocupar su puesto. Pero ser la actual ministra de Exteriores de los EE UU es lo que tiene.

Hugo Chávez: Héroe popular para unos, dictador para otros, el expresivo presidente venezolano no deja indiferente a nadie.

Russell Crowe: Él mismo ha reconocido que puede llegar a ser «muy antipático». El famoso actor australiano no se corta.

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