El servicio de mediación del Casco Histórico recibe 20 peticiones de solución de conflicto vecinal en 4 meses

El servicio de mediación del Casco Histórico (AMEDIAR) de Zaragoza ha recibido veinte peticiones de solución de conflictos vecinales en menos de cuatro meses, desde que se implantara a mediados de abril de este año, y alrededor de la mitad siguen en proceso de resolución.

El servicio de mediación del Casco Histórico (AMEDIAR) de Zaragoza ha recibido veinte peticiones de solución de conflictos vecinales en menos de cuatro meses, desde que se implantara a mediados de abril de este año, y alrededor de la mitad siguen en proceso de resolución.

Esta iniciativa forma parte del programa del Plan Integral del Casco Histórico (PICH) y su finalidad es solventar problemas de convivencia vecinal mediante el diálogo, ha explicado el concejal de IU y presidente de esta Junta de Distrito, José Manuel Alonso, quien ha aportado el dato de que cuenta con un presupuesto de 150.000 euros y cuenta con un equipo de cinco profesionales.

El grado de resultado es "modesto" ha señalado la coordinadora de AMEDIAR, Teresa Sáez, quien ha precisado que este servicio "está en plena experimentación" puesto que la difusión más extensiva de este servicio mediante buzoneo se ha realizado hace quince días.

Se trata de una herramienta dirigida a todos los vecinos para fomentar la cultura de la paz mediante el diálogo y el entendimiento antes de llegar a los juzgados, ha detallado Sáez.

En rueda de prensa ha destacado que el éxito de este programa radica en que "hay una opción política que lo impulsa", un trabajo previo de las entidades y un tejido social "dinámico", junto a una población sensible a la solución de los conflictos de forma pacífica y mediante el diálogo.

Además, se garantiza el anonimato "ante el miedo por posibles amenazas de los vecinos" y se puede acceder a este servicio de forma presencial, (calle de San Pablo, 23) por correo electrónico (amediarpich@yahoo.es) o por teléfono (976 280 262).

Del total de los casos recibidos, el 75 por ciento provienen del efecto del buzoneo, el 10 por ciento son asuntos derivados por los servicios sociales, otro 10 por ciento los remiten las asociaciones vecinales y el 5 por ciento de las comunidades de vecinos. CAUSAS

Las causas que motivan los conflictos vecinales se deben en un 10 por ciento al desconocimiento sobre qué hacer ante una situación problemática. Un 50 por ciento se producen por actividades molestas en el interior de las viviendas, como no limpiar los espacios comunes, depositar muebles en la calle o por problemas en el funcionamiento de las comunidades de vecinos.

El otro 40 por ciento de las causas se atribuyen al ruido producido en horas de descanso nocturno, como el que ocasionan algunos vecinos para llamarse entre ellos, o por el uso deportivo de solares sin respetar los horarios establecidos.

Tras analizar todos los casos Sáez ha apreciado que alrededor de un 40 por ciento no precisan de la mediación al uso y "simplemente mediante el diálogo entre las partes se reconduce la situación". El otro 60 por ciento engloba problemas de convivencia de baja intensidad que no se han prolongado en el tiempo, han ocasionado "pocos daños personales" y surgen por el desarrollo de una actividad molesta pero que no se realiza con el ánimo de perturbar.

Por el contrario, los conflictos de alta intensidad "llevan enquistados largo tiempo, la comunicación entre las partes afectadas tiene una alta disfuncionalidad y se realiza o interpreta para molestar", ha matizado Sáez.

Precisamente, estos conflictos de convivencia vecinal son los más difíciles de resolver, ha reconocido Sáez, para agregar que "dependen de una actitud reiterada de una persona que provoca molestias en otro". De forma sintética, ha relatado que se trata de casos en los que los vecinos "se tienen que parar a pensar y reconocer: tengo que tener consideración y ser tolerante".

No obstante, ha asegurado que en el Casco Histórico de la capital aragonesa "abundan las buenas prácticas" y algunas situaciones "molestas" se solventan con la información como el caso del abandono de muebles en la calle porque muchos vecinos desconocen la existencia del servicio municipal gratuito que se activa llamando al 010.

Por su parte, la coordinadora de la Oficina del PICH, Ana Sanromán, ha insistido en que este programa se dirige a "todos los vecinos" del Casco Histórico, tanto del centro como del Arrabal, al argumentar que "todos los vecinos pueden tener problemas derivados precisamente de la falta de espacios públicos que puede derivar en problemas de convivencia vecinal".

Este programa se completará con una campaña informativa que se desarrollará en septiembre sobre limpieza, la utilización del 010 y evitar el ruido en la calle.

Otro objetivo de este servicio es crear un red vecinal de apoyo mutuo en la que los vecinos que hagan uso de la mediación "dediquen una parte de su tiempo para ayudar a otra persona en situación de conflicto en el barrio".

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