El Parque Nacional de Picos de Europa es el que más expedientes de responsabilidad patrimonial ha iniciado en 2009, con un total de 176 de los 209 que se abrieron en toda la red, seguido a mucha distancia del de Tablas de Daimiel, con 34.

Según la memoria anual que recoge las actuaciones más significativas del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), en el lado opuesto se situaron los parques de Timanfaya, Caldera de Taburiente, Teide y Garajonay, donde no se ha iniciado ninguno.

La responsabilidad patrimonial es el deber que tiene la Administración de compensar a los particulares que vean afectado su patrimonio (bienes materiales o usos y aprovechamientos diversos) como consecuencia de los daños o perjuicios que pueda ocasionar la actividad de las especies de fauna protegidas presentes en cada Parque Nacional.

La protección a la que se ven sometidas muchas especies de fauna presentes en estos espacios, que impide su caza, hace que se tengan que pagar cantidades económicas para indemnizar a los propietarios afectados.

Estos pagos se canalizan a través del Organismo Autónomo Parques Nacionales, quien resuelve los expedientes tramitados en los distintos Parques Nacionales.

Las solicitudes de reclamación de los interesados se producen en función de los daños producidos en los bienes de los interesados por especies de la fauna, en especial por el lobo o el jabalí, en el Parque Nacional de los Picos de Europa, si bien últimamente se están presentando solicitudes de indemnización por daños producidos en las personas como consecuencia de accidentes ocurridos dentro de los parques.