Un total de 199 ejemplares de la especie conocida como 'carabela portuguesa' (Phisalia phisalis) se han recogido en las primeras horas de funcionamiento del plan de recogida de esta especie, puesto en marcha por el Gobierno de Cantabria el lunes.

En concreto, en la jornada del lunes se retiraron 16, y a lo largo del martes se han recogido otras 183, según los datos facilitados por el Ejecutivo.

El consejero de Presidencia y Justicia y responsable autonómico de Protección Civil, Vicente Mediavilla, ha supervisado el dispositivo, que pretende evitar "en la medida de lo posible" la llegada de esta especie a las zonas de baño, "para reducir así el número de picaduras".

Desde el pasado lunes, 26 de julio —fecha en la que se produjeron las primeras picaduras—, se han contabilizado alrededor de un centenar. Así, en poco más de una semana, se han superado ampliamente las 58 picaduras registradas en todo el verano de 2008.

De hecho, sólo a lo largo de la jornada del martes se han contabilizado 26 picaduras, once de ellas en el municipio de Ribamontán al Mar (10 en Somo y una en Langre). Entre los casos más graves en este municipio está el de un joven de 24 años que sufrió una reacción alérgica que obligó a trasladarle al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla.

También ha requerido traslado un socorrista de la playa de Cóbreces (en Alfoz de Lloredo), de 24 años, evacuado a Sierrallana con calambres tras sufrir picaduras en una mano y un brazo.

Además, a lo largo del día se han producido otras ocho picaduras en San Vicente de la Barquera, dos en la playa de Berria (en Santoña), otras dos en Bareyo, una en la Salvé de Laredo y otra en la Bahía de Santander, donde se vio afectado uno de los piragüistas participantes en los Juegos Náuticos Atlánticos.

El consejero de Presidencia ha explicado que se continuará trabajando mientras "persista la llegada de esta especie tan molesta".

Aunque la dispersión de los ejemplares "complica" la recogida, el dispositivo se ha "revelado como eficaz, y ya se ha evitado que esos 104 ejemplares llegasen a la zona de baño".

Desde la puesta en marcha del Plan, todos los servicios de salvamento y rescate en playas que cuentan con embarcación realizan un 'rastreo' al inicio de la jornada de vigilancia, a las 11.30 horas, mientras que embarcaciones del 112, de la Cruz Roja y de distintas agrupaciones de voluntarios se alternan la supervisión de distintas zonas de la costa cántabra.

Además, se ha sumado al dispositivo una moto acuática de la Federación Cántabra de Salvamento y Socorrismo. Asimismo, se ha trasladado a los servicios de limpieza municipales la conveniencia de cribar la zona intermareal y, especialmente, aquéllas en las que haya aparecido algún ejemplar.

De este modo, los trozos de 'carabela' que pudieran quedar sueltos, se mezclan con la arena, que es un abrasivo, y se diluye el veneno. MEDIDAS

Las recomendaciones para prevenir las picaduras pasan por el uso abundante y regular de cremas solares, especialmente en los niños, que constituyen el primer grupo de riesgo.

En caso de sufrir la picadura, el protocolo para la 'carabela portuguesa' y las diferentes especies de medusa es el mismo. Así, lo primero es acudir al servicio de socorristas más cercano, o en su caso llamar al 112.

En el caso de encontrarse en alguna playa sin servicio de salvamento, lavar la zona con agua marina, nunca con agua dulce; quitar los restos con pinzas y, posteriormente, aplicar una bolsa de frío.

Es importante tener en cuenta que el área que haya sufrido la picadura no debe tener contacto con agua dulce, por lo que, de usar hielo, éste ha de estar contenido en una bolsa. Además, es desaconsejable rascarse la zona.

Una vez concluido este proceso, si la herida producida es abierta, debe desinfectarse con yodo o agua oxigenada, hasta que cicatrice. En estos casos, es importante acudir al centro sanitario más cercano lo antes posible.

Además de los colectivos de mayor riesgo (niños, ancianos, personas alérgicas, asmáticas y con problemas cardiovasculares), se pide especial precaución a aquellas personas que hubieran sufrido una picadura previa este mismo verano, ya que en estos casos se pueden agravar los efectos de la picadura.