El bailarín granadino Rafael Amargo recala en Barcelona con el espectáculo 'Rosso', en el que mezcla la danza flamenca con las típicas tarantelas napolitanas y que, después de una calurosa acogida en Italia, se verá por primera vez en España este martes en el Gran Teatre del Liceu.

Amargo estará acompañado sobre el escenario por ocho bailarines de su compañía y por la bailaora Lola Greco, todos ellos dirigidos por primera vez por Mario Gas, que ha asegurado que el montaje es "ecléctico, pero en el buen sentido de la palabra".

Y es que en 'Rosso' hay danza flamenca, pero sobre todo música del folclore napolitano, pues el montaje se concibió por encargo de Nunzio Areni, compositor y director del Festival Leuciana de Caserta (Italia), con el objetivo de ensalzar la tarantela y elevarla al rango universal que tienen músicas como el flamenco o el tango.

Amargo ha asumido que lleva la etiqueta del "bailaor que se atreve con todo", aunque ha confesado que con este encargo fue la primera vez que se planteó no hacerlo. Para la música tuvo que hacer una selección entre más de 60 piezas musicales, que finalmente, consiguen que se salga "del típico tópico". La mayoría de temas son nuevas composiciones de autores como Giovanni Sollima, Corrado Sfogli y Livio Gianola, "lo más modernito de este género".

Las piezas italianas se combinan con la música flamenca: jaleos, tientos, fandangos y tarantas, aunque faltará el cante, un elemento básico para que al conjunto se le pueda llamar 'flamenco', según el bailaor.

Amargo tendrá la compañía de Greco, con quien ya bailó en 'El amor brujo' y con quien tiene una sintonía tan especial que, en ocasiones, se deja llevar por la improvisación: "Bailar duele tanto que si tienes que ajustarte a una cosa metódica y encorsetada es sufrir tras lo sufrido", ha asegurado.

A pesar de su amor por la improvisación —es su método de trabajo— los dos bailarines han agradecido la dirección escénica de Gas, por imponer disciplina y porque ha dejado de lado un hipotético hilo argumental para concentrar así todo el peso del espectáculo en la danza.

La única evocación a las relaciones entre España e Italia son dos pantallas que exhibirán proyecciones audiovisuales cambiantes en cada función y que recuerdan, ligeramente, a las velas de un barco, como los navíos españoles que viajaban constantemente a Nápoles en el siglo XVII.

El resto escenografía estará dominada por el rojo y por unos bailarines con vestidos vaporosos que incluso bailarán descalzos y medio desnudos. "Es el espectáculo de las gasas y la carne", ha remachado Greco.

Tras su estreno español en el Liceu, 'Rosso' se verá en el Teatro Arriaga de Bilbao del 7 al 13 de agosto y luego hará temporada en Madrid. Aún así, Amargo ha aprovechado su presencia en Barcelona para autodefinirse como un "bailaor catalán", "ramblista" para más señas, por las buena acogida que siempre le ha dado la capital catalana: "Empecé en el Capitol y he acabado en el Liceu", ha recordado agradecido. 'Rosso' estará en el Liceu dos días más, este miércoles y jueves.