Roma, respirando historia en Italia

Si todos los caminos conducen a Roma -Tutte le strade pórteno a Roma-, entonces uno no debería resistirse demasiado y simplemente dejarse llevar hacia la ciudad eterna en estas vacaciones.

Una urbe que desde 1870 es la capital de Italia y que durante más de 500 años fue el centro de una civilización que se extendió por casi todo el mediterráneo conformando una de las cunas de la cultura occidental.Roma es, hoy por hoy, un verdadero museo al aire libre, presentando en su superficie una de las mayores muestras de arte barroco del mundo, matizado con el ajetreo inconfundible de sus populosas calles. Uno de los lugares preferidos por buena parte de los turistas que visitan Roma es el Anfiteatro Flavio, mejor conocido para todos como el Coliseo.

Esta es una de las edificaciones más representativas del arte romano, y de lo que significaba su Imperio, a tal punto que a día de hoy sigue siendo ésta toda una referencia para la construcción de este tipo de estructuras. Antes de convertirse en una atracción turística, el Coliseo, tuvo diferentes utilidades, sirviendo como fortaleza, depósito o fuente de materias primas.

Otra de las construcciones mejor conservadas de la antigüedad clásica son las Termas de Caracalla, un complejo de baños, al que se puede acceder a partir de 6,50 Euros. Y si todo este patrimonio arquitectónico, unido al que se observa por cualquiera de las calles del centro de Roma no te es suficiente, pues no tienes porque preocuparse porque en esta ciudad abundan los museos en los que se pueden apreciar muchas de las obras más relevantes de la historia del arte.

Por ejemplo, están los Museos Capitolinos, que es el espacio público museístico más antiguo del mundo, data del siglo XV. Este tiene su sede en dos antiguos palacios ubicados en la plaza del Campidoglio, la cual fue remodelada según las indicaciones de Miguel Ángel. Aquí se guardan importantes obras paganas donadas por los pontífices romanos, así como también se pueden encontrar pinturas de Caravaggio.

Otro museo altamente recomendable es el Museo Nacional Romano, en realidad un conjunto de museos desperdigados por la ciudad. Dos de los más notables edificaciones de este complejo son las Termas de Diocleciano y el Massimo alle Terme, cuyas muestras nos informan sobre todos los detalles de  la historia de la ciudad de las siete colinas.