Más de un millón de personas viveron la fiesta en vivo y en directo desde distintos puntos estratégicos de Sydney, mientras que casi 9 millones de los 21 millones de personas que viven en Australia lo vieron por televisión.

En la ciudad de Melbourne, los fuegos artificiales iluminaron el río Yarra, que cruza el centro urbano, ante más de 500.000 personas que acudieron a la Fiesta Mundial en la Plaza de la Federación, amenizada por bandas de música internacionales.

Grupos menos numerosos celebraron la entrada del año nuevo también con espectáculos pirotécnicos desde todas las ciudades del país, pero no los que viven en zonas rurales del este de Australia, donde se ha impuesto una prohibición total de encender fuego las próximas 48 horas.

En Nueva Gales del Sur, donde se espera que los termómetros superen los 40 grados, más de 1.000 bomberos y 20 hidroaviones están en alerta tras haber logrado controlar los más de 200 incendios que se han producido en los últimos 15 días.

Tampoco podrán hacer hogueras en el Estado de Victoria, cuya capital es Melbourne, donde se vivió hoy el último día del año más caluroso desde que se registran las temperaturas.

Desde hace más de 150 años no se alcanzaban los 44 grados y el mercurio superó a media mañana la línea de los 40 en varios puntos del Estado.

Sin embargo, la situación es la contraria en Australia Occidental y los residentes de su capital, Perth, han podido despedir el año con fuegos artificiales, después de registrarse este mes de diciembre el más frío de los últimos 83 años, con una media de 23,6 grados, comparada con la habitual de 30 grados centígrados.