La presidenta de Los Verdes europeos, Monica Frassoni, ha solicitado este domingo al Gobierno del Principado que apoye la Ley de Residuos propuesta por IU-BA-LV, que rechaza la quema de basura no seleccionada y ha criticado que "la instalación de una planta incineradora trunca el crecimiento del reciclaje".

"En Brescia -la ciudad italiana de donde procede- se alcanza el 30 por ciento de recogida selectiva de residuos domésticos, muy por encima de la tasa asturiana del 17 por ciento y se ha truncado el crecimiento del reciclaje en el momento que se ha instalado una incineradora", precisó.

Frassoni aseguró que la planta de Brescia es "la segunda más moderna de Europa" y aún así "no cumple con los criterios de la Directiva marco de residuos europea, que fija para esas instalaciones una eficiencia energética del 60 por ciento".

Para la política italiana, que ha visitado esta semana Asturias, la planta asturiana, al ser de nueva creación debe cumplir un criterio aún más estricto, del 65 por ciento de eficiencia energética, "inalcanzable si se quema basura bruta".

Por ello, Frassoni pide a la viceconsejera de Medio Ambiente, Belén Fernández, que apoye la proposición de Ley de Residuos presentada por IU-BA-Verdes, donde se exige "que no se queme basura bruta en ningún caso".

"En Brescia han metido a quemar basura sin seleccionar y la planta incineradora emite una contaminación intolerable. No está diseñada para quemar basura que no se sabe lo que contiene y eso provoca un mal funcionamiento y unas emisiones insalubres que padecen la población y el medio ambiente", ejemplifica.

En lo que se refiere a la petición de financiación al Banco Europeo de Inversiones (BEI), recuerda que éste "sólo considera proyectos tramitados" y asegura que en el caso de Asturias "ni siquiera está redactado, valorado ni dimensionado".

Respecto al coste de la incineradora, Monica Frassoni cree que "requerirá más de 400 millones de euros -que es lo que ha costado la de Brescia- y empobrecerá Asturias", porque "se pretenden destruir en ella residuos que si se reciclasen superan un valor de mercado de 80 millones de euros al año". "Los ciudadanos de Asturias van a entender mal que tengan que pagar por destruir materias primas", concluyó.