Inocente en Metro

Por muchos santos inocentes que uno acumule, la capacidad de sorpresa no merma.
Ingenuo, en un mundo que ha desterrado de la inocencia hasta la más tierna infancia. La última broma creí leerla esta semana: se llama metro ligero. Ya nadie cuestiona la utilidad de un transporte público metropolitano, aunque los defensores lleguen con 20 años de retraso.

Llueve sobre mojado en la memoria del Alcalde Vázquez, principal detractor de la mancomunidad y hoy ultradefensor de la prolongación de su tranvía de juguete. ¿Habrá caído en la cuenta de los lustros que llevan criando musgo los camiños de ferro de la comarca?.

¿Es que nadie había pensado en el (antes) ferrocarril de cercanías (hoy metro ligero) como medio para solucionar el apartheid de los que han elegido la opción de trabajar en Coruña sin padecer sus molestias? ¿Es reciente el descubrimiento del tren como medio de transporte social, sano, seguro, barato y con proyección de futuro? Lo dicho: un inocente.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento