El tijeretazo de inversiones del Gobierno central ya tiene una víctima en Madrid: el Ministerio de Fomento anulará el contrato para ejecutar el enlace entre la M-40 y la A-6 (a la altura del distrito de Aravaca y del municipio de Pozuelo de Alarcón), según anunció este jueves el ministro José Blanco en una comisión del Congreso. Además, se mantiene la incógnita sobre los plazos para ampliar la red de Cercanías. Los trenes deberían llegar en 2015 a doce nuevos municipios de la región, pero es probable que la construcción de los trazados sufra retrasos.

El enlace de la M-40 y la A-6 era crucial para solucionar la congestión de tráfico que se produce allí habitualmente. Cada día, se quedan atascados en este punto unos 43.000 conductores procedentes del norte de la región o del corredor de la carretera de La Coruña, según un estudio del RACC. A las 7.30 y las 19.00 h se viven los momentos más críticos: a esas horas, los coches pueden llegar a perder 20 minutos en la carretera.

Mientras, la joya ferroviaria de Madrid (el plan de Cercanías) todavía no tiene una fecha de inicio. El proyecto está en fase de licitación y "sigue su curso... de momento", según portavoces de Fomento. Al mismo tiempo, dichas fuentes evitaron concretar este jueves si se cumplirán los plazos previstos.

Sintonía con Aguirre

Sin embargo, exceptuando estos dos proyectos, el Ministerio ha sido benévolo con la región. La buena sintonía de Aguirre y Blanco (que se llegaron a lanzar piropos en público cuando el ministro sustituyó a Magdalena Álvarez) ha dado sus frutos. De las 44 nuevas obras previstas por el Gobierno central en la región, sólo se cancelará la construcción del enlace de la M-40.

El resto de trabajos siguen adelante. La primera fase de la ampliación de Atocha está muy avanzada y terminará en 2011. Además, antes de fin de año el Cercanías llegará directamente a la T-4 de Barajas. Las nuevas infraestructuras ferroviarias se completarán con las vías de alta velocidad entre Madrid y Torrejón de Velasco (dentro del trazado del AVE a Valencia) y con el túnel entre Chamartín y Atocha.

Entre las carreteras, se salva la conexión de la M-40 con la M-501 (al suroeste de la capital) y continúan los estudios para prolongar la R-3 hasta Tarancón y la R-5 a Talavera.

Chamartín y bus-VAO, para el futuro

Entre los planes de futuro de Fomento está la instalación de carriles bus-VAO en todas las autovías de acceso a la capital. También se espera que la estación de Chamartín y sus vías acaben soterradas. Pero ambos proyectos sólo verán la luz en un futuro a medio o largo plazo. El caso de los carriles reservados lleva años guardado en el cajón y de momento sólo está disponible el de la A-6. El soterramiento de Chamartín se ha quedado en el aire por la falta de capital privado que invierta en las obras.

Cantabria, Aragón, Castilla y León y Cataluña, las más afectadas

El plan de equilibrio fiscal que tiene que acometer España para cumplir con la UE incluía un recorte en inversiones de 6.000 millones. El grueso proviene del plan para las infraestructuras de transporte y que, según UGT hará perder 115.000 empleos.

Así, 32 contratos de más de un millón ya licitados serán rescindidos, de los cuales 14 se recuperarán. Además aplazarán 199 contratos (112 de carreteras y 87 de ferrocarriles). Sólo cinco comunidades mantienen todas sus obras: Canarias, Navarra, Baleares, La Rioja y País Vasco.

La peor parte se la lleva Cantabria, donde se anulan 4 obras (el 22%), aunque dos de ellas se recuperarán mediante la colaboración público-privada. De las 7 rescisiones en Castilla y León –que supone el 9% del total– seis son de infraestructuras entre Burgos, Palencia y Cantabria, aunque tres tramos ferroviarios de alta velocidad se reanudarán por la vía público-privada.

En Aragón se rescinden 4 de 33 contratos (12%): los tramos del entorno de Sabiñánigo de la autovía Mudéjar (A-23) y la salida de Jaca hacia Pamplona (A-21). En Cataluña se anulan 5 de las 182 previstas (2,7%): tramo Mendinyá-Orriols en la A-2 , el enlace autovías en Castellbisbal y dos tramos de la A-14.

Pese a la magnitud de los recortes y las advertencias sobre el empleo, las empresas de infraestructuras mantuvieron un buen resultado en Bolsa: Ferrovial ganó el 1,5 %, FCC el 2,55% y Acciona el 2,96%.