La familia que posee el capital social de Laboratorios Pérez Giménez, una empresa farmacéutica radicada en Almodóvar del Río (Córdoba), y la sociedad Tecris, integrada por nueve empresarios de ámbito nacional de distintos sectores y encabezada por José Enrique Rosendo, han "limado" los "grandes problemas" relativos a la venta de la compañía a la mencionada corporación, si bien las partes aún deben cerrar algunos "flecos" en la redacción del contrato que materializará la operación.

El secretario general de Federación de Industrias y Afines (FIA) de UGT Córdoba, Pedro Téllez, informó a Europa Press de que de las negociaciones ha trascendido que "los grandes problemas" de la operación de compraventa "han sido limados". No obstante, los abogados de ambas partes deben redactar mañana conjuntamente el contenido del contrato, que luego "tendrá que ser asumido" por los compradores y la familia que se deshace de la empresa. Entretanto, la plantilla, formada por 219 empleados, ha celebrado una nueva manifestación. A

La espera de solución

La venta de Laboratorios Pérez Giménez a la sociedad Tecris, integrada por nueve empresarios de ámbito nacional de distintos sectores y encabezada por José Enrique Rosendo, se daba por hecha a finales del pasado junio, pero lo cierto es que la empresa farmacéutica sigue sin venderse.

Para los trabajadores, el plan de viabilidad que les presentó Tecris y que implica una reducción del gasto del 15 por ciento, "puede suponer la base para reflotar la compañía, que está en una situación económica grave", pero que puede superarse mediante las medidas de ahorro diseñadas "y con las líneas de actuación, en el marco de una estrategia empresarial, que se quieren implementar a partir del cierre de la operación de compra-venta".

Así, los nuevos inversores planean una mayor diversificación del negocio con la recuperación de algunos productos estrella, como Calmante Vitaminado, para lo que harán una campaña nacional para incrementar sus ventas, pero también esperan abrirse al mercado exterior (hasta ahora el negocio exterior está reducido a Portugal) y llegar a los países árabes, Mozambique o Brasil.

Esta es la estrategia después de que la empresa cerró el pasado ejercicio con pérdidas, mientras que, en lo que va de año, podría haber visto reducidas sus ventas entre un 12 y un 15 por ciento, como consecuencia de la crisis económica y de la situación de la sociedad. No obstante, Pérez Giménez mantiene el ritmo normal de servicio de los pedidos de productos.

De hecho, con el ritmo de ventas actual, la facturación de la empresa podría cerrarse este año en unos once millones de euros y llegar a 23 millones en 2011. Aun así, según señalaron los sindicatos, los inversores consideran que la empresa no obtendría beneficios, pues tendría que hacer frente a los pagos pendientes de la deuda, lo que llegó a provocar, a instancias de un proveedor, el bloqueo de las cuentas de Pérez Giménez y estuviera sin suministro eléctrico unos días del pasado mayo, por falta de pago. Sin embargo, en las últimas semanas ha podido recuperar parte de la normalidad al desbloquearse sus cuentas por el juzgado de Posadas (Córdoba).