El Gobierno de Cantabria ha asegurado este miércoles que el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, "sabe muy bien" lo que tiene que reivindicar en Madrid y "no necesita que nadie le inste para defender con uñas y dientes" la llegada del tren de alta velocidad a Santander.

El Ejecutivo ha respondido de este modo a las declaraciones realizadas por el alcalde santanderino, Íñigo de la Serna, a quien recomienda que solicite una reunión al ministro de Fomento, José Blanco, para respaldar las peticiones de Revilla en defensa de la ciudad, "porque dos hacen más fuerza que uno".

En este sentido, el Gobierno ha recalcado que el alcalde "no debe tener ninguna duda" de que el presidente planteará al ministro la necesidad de agilizar al máximo los trámites para lograr que el AVE llegue a la capital en el menor tiempo posible, y lo hará "con toda la pasión de la que es capaz y hasta las últimas consecuencias".

No obstante, ha agregado que "tampoco estaría de más" que el propio De la Serna pidiera un encuentro a Blanco "para sumar fuerzas".

Asimismo y tras el compromiso asumido por el presidente del Gobierno de España, el Ejecutivo cántabro considera "de cajón" la llegada del tren a Santander, porque "a nadie le cabe en la cabeza que la línea termine en otro lugar".

"La obra tiene que acometerse por etapas y no puede llegar sin pasar primero por Reinosa, pero indudablemente el destino final es Santander", ha subrayado el Gobierno.

Por otro lado, ha considerado "sorprendente y contradictoria" la decisión de De la Serna de solicitar una reunión al presidente sobre el AVE al mismo tiempo que manifiesta que la solución alcanzada con el Gobierno de España para retomar la conexión con Madrid por la Meseta es "una pantomima y un teatro". "No se entiende que busque una foto si realmente piensa que se está haciendo teatro", ha cuestionado.

Finalmente, ha destacado que toda Cantabria está hoy "encantada" con la decisión comunicada por Rodríguez Zapatero para retomar la conexión ferroviaria con Madrid por la Meseta "menos el Partido Popular, cuyos dirigentes son curiosamente los únicos disgustados".