El presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, cree que en la decisión del Gobierno central sobre la llegada del tren de alta velocidad a la región "no hay vencedores ni vencidos" y él personalmente no se siente "ganador". "Ha ganado Cantabria", ha afirmado este miércoles el líder regionalista.

Además, se ha mostrado dispuesto a "pedir perdón" si es necesario, aunque cree que su actuación en todo este asunto ha sido correcta. "El presidente de Cantabria está dispuesto incluso a pedir perdón, sin haber cometido ningún error, porque creo que no he metido la pata. Pero lo haría con tal de que el ministro no nos enfile, que no lo va ha a hacer", comentó Revilla en alusión al titular de Fomento, José Blanco.

En una comparecencia junto a la vicepresidenta cántabra, Dolores Gorostiaga, Revilla ha dado por "zanjada" la polémica del AVE "satisfactoriamente" y ha descartado que la decisión del presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, se deba a su amenaza de romper el pacto de Gobierno con los socialistas cántabros.

"No ha sido una decisión para complacerme a mí", recalcó el presidente, que considera a Zapatero una persona "seria" y piensa que el presidente "entendió" las explicaciones y argumentos del Gobierno cántabro, expuestas en la carta conjunta que le dirigieron el propio Revilla y la vicepresidenta regional.

A su juicio, es un tema que el presidente español no cuestionó "en ningún momento" y está seguro de que "ahora" también comparte esa postura el ministro de Fomento, que habrá "meditado" y sabe que la decisión es "lógica y coherente".

Después de dos meses sin hablar con el ministro por sus diferencias de postura respecto al AVE, Revilla ha conversado ya este miércoles por teléfono con Blanco, con el que tienen que fijar una fecha para reunirse.

El presidente cántabro se alegra de haber vuelto a hablar con el ministro porque "siempre" le ha tenido en "muy buen concepto" y confía en seguir manteniendo "una muy buena relación". "Estamos deseando volver a encontrarnos", comentó Revilla.

Según dijo, Blanco "es el ministro más importante para Cantabria", "aparte" del titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que es "el valedor" de la Comunidad Autónoma. "Para una región que tiene todavía carencias muy importantes en comunicaciones, el ministro con el que mejor relación hay que tener es el de Fomento, porque las obras pendientes son claves" para el futuro de la comunidad, agregó.

Dos meses "muy malos"

El líder regionalista ha explicado que ha pasado dos meses "muy malos", porque "veía el tema en el aire", "en peligro", y este asunto le ha "perturbado" la vida.

A su juicio, Cantabria no pedía nada que "no fuera razonable o que no tengan otras comunidades", la región "ha pedido lo justo". Según dijo, obras como ésta "marcan el destino de una región" y, aunque 580.000 cántabros no puedan justificar el AVE, hay que tener en cuenta que los usuarios potenciales son muchos más, porque habría que añadir los de Madrid, Valladolid, Palencia y otras ciudades de Castilla y León.

En cualquier caso, se ha felicitado porque ha habido una "salida feliz" y ha agradecido el "apoyo" que ha encontrado en este tiempo en la vicepresidenta regional, Dolores Gorostiaga, que ha hecho "presiones importantes" en Madrid.

En este sentido, y frente a las críticas de "inestabilidad" en el Gobierno regional, el presidente ha recalcado que los dos partidos del Gobierno "no han tenido nunca ninguna discrepancia" en esta materia y ambos "han defendido con uñas y dientes" la reivindicación de que el AVE llegara por la meseta. En su opinión, el problema del AVE ha sido un "tema exógeno al Gobierno" al que ahora se le pone "el broche final".

En sus palabras, "no ha habido ninguna fisura", ni "zancadillas", la relación ha sido siempre "cordial y fluida", y la unanimidad ha sido "absoluta" en torno a una obra que "formaba parte del corazón, del núcleo central" del pacto de Gobierno.

Otra cosa es cómo se han plasmado públicamente sus posturas. Así, reconoce que "quizá" él haya sido "más duro" en la reivindicación, algo que se debe a las distintas situaciones de uno y otro partido que, en cualquier caso, han defendido la misma posición.

La llamada llegó mientras freía pimientos

Además de mostrar su gratitud a Gorostiaga, Revilla también subrayó su agradecimiento a Zapatero, que siempre ha tenido con él un comportamiento "extraordinario" y ha cumplido "todos los plazos", incluido el de llamarle el 20 de julio, a pesar de tener un día "tan complicado".

El presidente cántabro aseguró que era sólo una fecha "orientativa", pero pese a ello tuvo el móvil "permanentemente" a su lado esperando una llamada que se hizo esperar, porque el teléfono no sonó en todo el día.

Al final, la llamada llegó poco después de las ocho y media de la tarde, cuando Revilla estaba solo en casa, ya que su mujer y su hija pasan unos días con la familia en León. Cuando sonó el móvil el presidente estaba friendo unos pimientos de Guernica —obsequio del diario Deia durante una entrevista— y viendo precisamente a Zapatero en CNN+.

Según destacó, siguió la llamada como si fuera una videoconferencia, porque podía ver al presidente español por la televisión mientras conversaban.

Futuro político

Por otro lado, ante las preguntas de los periodistas sobre su futuro político y si la solución del AVE le da fuerzas para presentarse a la reelección en las próximas elecciones, Revilla respondió que su decisión no depende de "ninguna fuerza" ni de su "ilusión", que son todas, sino de su salud, un tema que ha "pospuesto" hace mes y medio y que atenderá ahora.

Por último, en cuanto a la posibilidad de reeditar el pacto de Gobierno, recalcó que los pactos son "por cuatro años", "hasta el día que se sacan las papeletas" de las urnas, y esas papeletas son las que "marcan las pautas".

En cualquier caso, no ocultó que este Gobierno, "salvo este incidente" del AVE, "ha dado pruebas de una estabilidad como no se ha conocido en Cantabria".