El precio medio efectivo de los coches en Galicia, el que paga el cliente final, aumentó un 4 por ciento en junio respecto al mismo mes del año pasado, hasta situarse en los 23.714 euros. Este incremento supera en dos puntos el experimentado en el conjunto del Estado, donde los automóviles se encarecieron un 2 por ciento, al alcanzar los 20.344 euros por unidad.

Así lo ha avanzado este miércoles, en un comunicado, la Federación de Asociaciones de Concesionarios de Automoción (Faconauto), según datos de MSI.

La provincia en la que se produjo la mayor subida en junio fue en Lugo, donde el precio medio efectivo por unidad es un 7 por ciento más elevado que en el sexto mes del año pasado. A continuación se situaron A Coruña (+4 por ciento), Ourense y Pontevedra (+3 por ciento).

El importe medio más alto por unidad fue el de Lugo, con 24.082 euros; seguido del de Ourense, con 23.175; A Coruña, con 22.077 euros; y del de Pontevedra, con 21.607.

Conclusión del plan 2000E

Esta entidad ha atribuido el repunte, que pone fin a un período de 18 meses ininterrumpidos de caída de precios, a la finalización del Plan 2000E, que además de "paralizar" el mercado está provocando un encarecimiento de los coches.

La patronal de los concesionarios ha recordado que en 2009 el precio de los coches bajó un 5 por ciento, mientras que en el primer semestre de este año el descenso se limitó a 3,6 por ciento, hasta situar el precio medio en 19.738 euros.

Asimismo, la organización ha advertido de que los precios seguirán subiendo, dado que los datos de junio no incluyen aún el impacto de la subida del IVA, que entró en vigor el 1 de agosto y que supondrá un encarecimiento medio de 450 euros por automóvil.

Además, el esfuerzo promocional de los concesionarios se situó en junio en 2.803 euros por coche tras experimentar un leve descenso, con lo que la promoción medias en el primer semestre totaliza 2.912 euros, muy por encima de los 2.100 euros contabilizados en 2008.

Faconauto ha manifestado que este esfuerzo promocional no podrá ser sostenido por los concesionarios durante más de tres meses, momento en el que se hará patente el efecto sobre los precios de la subida del IVA y del fin del Plan 2000E.