Los secretarios generales de UGT y CC.OO., Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, han afirmado este martes en Santander que el 29 de septiembre "hay que parar" para que "las cosas vayan en dirección bien distinta a la que impone el Gobierno", ya que se ha producido un "retroceso radical" y "la mayor recesión" en materia de relaciones laborales de la democracia.

Méndez y Toxo se han pronunciado así en una rueda de prensa con motivo de la asamblea de delegados convocada por UGT y CC.OO. en Santander ante la huelga general del 29 de septiembre, en la que estuvieron acompañados por los secretarios generales de ambos sindicatos en Cantabria, María Jesús Cedrún y Vicente Arce.

Los responsables sindicales han coincidido en criticar la reforma laboral del Gobierno, que en su opinión producirá más paro y retrasará la salida de la crisis, y en asegurar que la huelga, enmarcada en una jornada de acción sindical en toda Europa para exigir cambios en la política de ajustes, será "un éxito".

En este sentido, Méndez aseguró que la política de ajustes no resolverá el problema de la economía "real, de la gente", sino que, por el contrario, conllevará un retraso en la recuperación económica que traerá aparejado un incremento del desempleo en España y la UE.

En este país, denunció, el Gobierno "se ha erigido en campeón a la fuerza de las políticas de ajuste", un hecho que ha llevado a la ruptura del Pacto de Toledo, "violentado" por el Gobierno. Al respecto, Méndez calificó como "injusta, inútil e innecesaria" la reforma de las pensiones, con la que se mostró "radicalmente en desacuerdo".

En este sentido, los sindicatos exigen la redición de Pacto de Toledo, que no suponga un recorte de las pensiones y que no establezca la jubilación a los 67 años.

En cuanto a la reforma laboral, opinó que, en contra de lo que sostiene el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, "consolidará la precariedad por siempre jamás y la temporalidad", además de que hará "más fáciles, rápidos y baratos" los despidos, lo que contribuirá al aumento del paro.

"Son decisiones que tendrán que rectificarse con la huelga general", subrayó.

Además, expresó su temor de que los 17.500 millones de euros de recorte en el gasto público que ha exigido el Ecofin al Gobierno afecten a los gastos de las prestaciones por desempleo.

La reforma laboral no creará empleo

Por su parte, Toxo explicó que el "desencadenante último" de la huelga general es la reforma del mercado de las relaciones laborales, que ha sufrido "la mayor recesión" de la democracia.

En su opinión, "cada día" se van añadiendo nuevos elementos que "confirman la necesidad" de una movilización ciudadana "que evite que el país esté en la pasividad y la resignación".

Toxo denunció que "no hay compromiso del sistema financiero español con la situación económica del país", tanto por la situación de las cajas como por la restricción del crédito, dijo.

También recordó que los grandes ayuntamientos están "paralizando" las inversiones por los planes de ajuste del Gobierno y las restricciones al acceso al crédito.

Para el secretario general de CC.OO., "hay quien pretende buscar atajos a la creación de empleo en la reforma laboral, pero sabe, me refiero al Gobierno, que no hay ninguna reforma laboral que vaya a crear empleo y que corrija la alta incidencia de desempleo que hay en España", advirtió.

A su juicio, como la inversión pública está "cegada" por los planes de ajuste y la privada por la caída del consumo, "la conjunción de todos estos elementos sólo puede ser retraso en la salida de la crisis y mayor crecimiento del desempleo en nuestro país". Al respecto, afirmó que cuando "pase el espejismo de los tres meses de verano", la tasa de paro volverá a crecer.

En este contexto, explicó que el "desencadenante" de la huelga ha sido la reforma laboral pero en el fondo se debe a que se está produciendo "un retroceso radical de las políticas económicas" que afecta todas las administraciones mientras el mercado se resiente de la "atonía" de la inversión privada.

En cuanto a la reforma de las pensiones, Toxo cree que es "injusta, insolidaria" y que "no tiene sentido" por la propia situación de la Seguridad Social. "A lo mejor pretenden que se permanezca trabajando hasta los 70 años y que otros se marchen del mercado de trabajo con una mano delante y otra detrás eliminando la jubilación parcial y anticipada", denunció.

Recortes en fomento

Por otra parte, en respuesta a preguntas de la prensa sobre los recortes previstos por el Ministerio de Fomento, Toxo criticó que algunas suponen "retrasos en infraestructuras básicas" y muchas "muy necesarias", donde citó a la "conexión intercantábrica", además de una menor actividad económica.

Tras considerar que la inversión privada encontrará dificultades porque la banca no facilita el crédito, opinó que estos recortes derivarán en un descenso del PIB y una mayor destrucción de empleo. "El paro seguirá creciendo en los próximos trimestres", auguró.

Por ello abogó por buscar una solución mediante una reforma fiscal "permanentemente aplazada", actuando sobre la estructura de los ingresos. En este sentido, instó a empezar "una lucha seria" contra el fraude fiscal y la economía sumergida.

Mientras, Méndez opinó que el recorte del gasto social y de las inversiones públicas "nos golpeará negativamente" y "pondrá en entredicho el futuro".

Denunció que el Gobierno no ha conseguido la confianza de los mercados que pretendía, y coincidió en la necesidad de reformar la política fiscal, avanzando hacia la Eurozona, "aumentando el gasto y aumentando los ingresos". "Esa es la fórmula que nos permitiría conciliar un reparto equitativo de los sacrificios de la crisis", aseguró.

éxito de la huelga

Por su parte, Cedrún manifestó que no tiene dudas de que la huelga general "será un éxito" y conseguirá que se "frene el deterioro" del actual modelo de sociedad, que ha "cambiado a peor", y recupere un estado de bienestar que está "más en peligro que nunca".

Arce coincidió en el "éxito" de la huelga y aventuró que hasta el 29 de septiembre "se acumularán más razones" para esta convocatoria. El secretario general de CC.OO. de Cantabria denunció que se ha producido un "giro radical, de 180 grados, del discurso del Gobierno", y defendió que la fecha elegida es "el momento más claro y más justo" porque si se convoca en verano "nos hubieran criticado por hacerla en vacaciones".