El alcalde de Calatayud, Víctor Ruiz, ha firmado este lunes el contrato para la ejecución de las obras de renovación del alumbrado ornamental del Recinto Fortificado Islámico de Calatayud. La empresa bilbilitana Electricidad Sierra y Royo será la encargada de realizar los trabajos, adjudicados por 98.190 euros. La renovación empezará de forma inmediata y finalizará, aproximadamente, en el plazo de un mes y medio.

Víctor Ruiz ha destacado la necesidad de esta obra porque los actos vandálicos y el tiempo en que las luminarias han prestado servicio "han hecho mella en la eficiencia de la iluminación del recinto", el monumento de Calatayud "más simbólico" porque es "la primera referencia visual tanto para los visitantes como para quienes circulan por la autovía".

Por este motivo, la obra se ha considerado prioritaria desde Alcaldía y quedó incluida dentro de las inversiones previstas en este año 2010 con cargo al Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local.

La ejecución del proyecto permitirá reforzar la eficiencia del sistema, instalado a principios de la pasada década, disponiendo de más cantidad de luz y una mayor definición de toda el área proyectada.

Las principales deficiencias detectadas se encuentran en el área del Castillo Mayor, el más accesible, y se reducen en el entorno del Castillo de Torremocha. De hecho, la orografía del terreno en esta última zona es la mayor dificultad prevista por los adjudicatarios para la ejecución del proyecto porque no hay accesos para llevar el material con vehículos.

Sustituir luminarias y proteger proyectores

Las obras se centrarán en tres aspectos: reponer los proyectores y luminarias rotos, establecer medidas de protección para evitar las consecuencias de actos vandálicos; y la sustitución de todas las luminarias que están llegando al final de su vida útil.

En el apartado de reposición se tienen que sustituir 44 proyectores de los casi 150 que componen este sistema ornamental y todos ellos se blindarán para evitar situaciones como la actual.

En cuanto a las luminarias se continuarán utilizando las de las mismas características que las actuales, con lámparas de 150, 250 y 400 watios —en función de su ubicación— y de vapor de sodio de alta presión.

También se va a actuar en uno de los dos cuadros de mando que regulan el sistema, concretamente en el del Castillo Mayor, en el que se va instalar un regulador de flujo luminoso para graduar la cantidad de luz en función de las necesidades. Esta última medida contribuirá a reducir el gasto energético.