Ayuntamiento, comerciantes y vecinos hicieron un esfuerzo por su recuperación. Ya fuera por medio de reformas de calles, peatonalizaciones de plazas, cámaras de vigilancia..., distintos lavados de cara que, sin embargo, no han conseguido eliminar la degradación que sufre la zona centro.

Paco Herrero, presidente de la Fundación para el Progreso de Madrid, achaca este fracaso (pese a honrosas excepciones, como la plaza de Tirso de Molina o Dalí) a que, pese a que las obras municipales han aumentado la habitabilidad, luego no son bien gestionadas: "No es sólo hacer plazas bonitas, después hay que saber mantenerlas". Paloma Sobrini, decana del Colegio de Arquitectos, es de la misma opinión: "Las reformas tienen muy buena intención, pero tendrían que haber sido consensuadas con vecinos, Policía y comerciantes para que tengan efecto".

Todas las reformas

Plaza de Santo Domingo. Quitaron el parking, pero ahora se ha deteriorado por el botellón. Hay mucho hormigón.

Callao. Se hizo poco acogedor, según Sobrini, para evitar la mendicidad, "pero se podría haber convocado un concurso para hallar soluciones".

Ópera. Aún está en obras. "Madrid es la única ciudad del mundo con mendigos durmiendo junto a la ópera", afirma Paco Herrera.

Plaza de Dalí. Un buen ejemplo de espacio bien cuidado (los vecinos quieren que sea Bien de Interés Cultural).

Jacinto Benavente. Se remodeló en 2004, junto a la calle Atocha. Hay "mucha delincuencia y suciedad".

Tirso de Molina. Su reforma con los puestos de flores fue un éxito. Antes era un agujero negro. "Ya no hay casi delincuencia", aseguran los vecinos.

Montera. Pese a las cámaras, las prostitutas siguen ahí.

Soledad Torres Acosta. El ejemplo más claro. Hay droga y mendicidad. Ya desde el principio los vecinos no estaban de acuerdo con la reforma. La iniciativa de poner mercadillos en la zona ha sido, no obstante, una buena idea.

Sol. Ha mejorado mucho, pero faltan bancos.

Lavapiés. La reforma de hace diez años fue un éxito, y dejó de ser un gueto. Las cámaras, no tanto: "El barrio no está mejor con su instalación de lo que estaba antes", asegura Manolo Osuna, presidente de la asociación de vecinos.

Ballesta. Triball, la plataforma de comerciantes que pretende revitalizar la zona, "podría convertirla en una Malasaña II", según Isabel Rodríguez, portavoz de la asociación de vecinos del barrio.

2.530 metros cuadrados para los peatones

Los peatones recuperaron este fin de semana hasta 2.530 metros cuadrados que antes eran calzadas gracias a la finalización de las obras de urbanización de Pez-Luna. En total se ha actuado en 12 calles, de las cuales cuatro se han convertido en peatonales: Mesonero Romanos, travesía del Horno de la Mata, Loreto y Chicote y La Nao. El resto tienen el carácter de vía de coexistencia con preferencia para los peatones: Cruz Verde, Andrés Borrego, Pizarro, Madera, San Roque, Luna, Ballesta y Muñoz Torrero.