Desarticulada en Ávila una red que falsificaba el pedigrí de cachorros de perro y los vendía por Internet

La Guardia Civil ha desarticulado, tras la detención de siete personas, una banda que falsificaba el pedigrí de cachorros de perro y los vendía por Internet.

La Guardia Civil ha desarticulado, tras la detención de siete personas, una banda que falsificaba el pedigrí de cachorros de perro y los vendía por Internet.

Según informaron a Europa Press fuentes del Instituto Armado, siete personas han sido detenidas en el marco de la 'Operación Noa', llevada a cabo en Ávila y Valladolid, y a las que se les imputan presuntos delitos de estafa continuada, falsificación documental, intrusismo profesional y asociación ilícita.

Los detenidos, según las mismas fuentes, importaban cachorros y los vendían como si hubieran sido criados en España, alterando la edad y otros aspectos legales.

Las investigaciones se iniciaron a raíz de un escrito recibido en la Comandancia de Ávila por parte de una asociación protectora de animales en el que se ponía en conocimiento el malestar de varias personas que se habían puesto en contacto con ellos debido a la muerte de cachorros de perro recién adquiridos en dos establecimientos, uno en Ávila y otro en Valladolid, tras contraer la parvovirosis.

De estas primeras indagaciones se pudo comprobar la existencia de un grupo de personas que operaba bajo un mismo procedimiento en el que se pueden distinguir tres fases: la primera de ellas, la importación de perros de Eslovaquia incumpliendo las medidas sanitarias obligatorias para realizarlo legalmente ya que aunque los cachorros se importaban dotados de microchip, no lo hacían con sus vacunas correspondientes.

Una vez que los cachorros llegaban a España, se les sustituía el pasaporte eslovaco por uno español en el cual cambian las edades de los animales, entre otros datos. De este extremo se encargaba un veterinario, quien procedía a su inscripción en los registros correspondientes.

Por otro lado, algunas personas pertenecientes a la Asociación de Criadores Caninos de España con quienes estaba relacionado el veterinario, certificaban el pedigrí de los animales en base a padres, abuelos y bisabuelos de pura raza y dando a entender que habían sido criados en España, con conocimiento de que su origen era Eslovaquia.

Según el Instituto Armado, esta asociación no está autorizada por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino para llevar libros genealógicos de razas, por lo que no debían certificar el pedigrí de los cachorros.

Igualmente se pudo verificar que las personas que presiden la junta directiva de esta asociación son a su vez quienes gestionan una sociedad mercantil dedicada a la venta de los cánidos en la localidad de Lomoviejo (Valladolid).

De esta forma, los establecimientos ubicados en Lomoviejo y Arévalo (Ávila) se encargaban de vender los animales a través de dos páginas web y de numerosos anuncios en páginas relacionadas con la venta de animales, haciéndolos pasar por perros nacionales y valiéndose para ello de los certificados expedidos por el veterinario y la asociación de criadores, y con el conocimiento del riesgo de que los cachorros pudieran contraer parvovirosis, algo de lo que no informaban a los compradores, que desconocían el verdadero origen de los animales.

Una vez se han analizado los pasaportes se ha determinado que el citado veterinario expidió 3.150 documentos durante el año 2009 y 1.300 en los primeros cinco meses de 2010, lo que da una media aproximada de 400 cachorros importados al mes.

La 'Operación Noa', cuya explotación se llevó a cabo los días 10 y 11 de junio por parte del equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Arévalo junto con miembros de equipo de Investigación del Seprona de la Guardia Civil de la Comandancia de Ávila, se saldó con la detención de siete personas relacionadas directamente entre ellas y se intervinieron casi 200 cachorros importados de forma irregular y dispuestos para la venta a consumidores finales.

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