El europarlamentario Willy Meyer ha pedido este viernes a las administraciones involucradas en la recuperación de la ría de Huelva que "sean sensibles" y cumplan las recomendaciones del informe aprobado el pasado jueves en el Parlamento europeo.

En rueda de prensa junto al coordinador provincial de IU en Huelva, Pedro Jiménez, el eurodiputado destacó que los peticionarios "han sabido convertir un problema local en un problema europeo", consiguiendo hacer de las peticiones un documento oficial "a pesar de tener en contra a importantes instituciones de la provincia".

Asimismo, lamentó que la Junta de Andalucía quiera actuar de "amortiguador" ante el "efecto informativo, mediático y social" del informe parlamentario.

Meyer exigió que se ponga "sobre la mesa" el dinero que se empleará para la descontaminación de la ría, siguiendo el principio de "quien contamina, paga", y aclaró que ésta "no es una victoria partidista, sino europea".

Por su parte, el coordinador provincial pidió a la Consejería de Medio Ambiente que "escuche y lea" las recomendaciones del Parlamento de Europa y que no actúe "unilateralmente".

"No es cierto que se haya iniciado ningún proyecto piloto de restauración de la ría porque en el Ayuntamiento de Huelva no se ha registrado todavía petición alguna de licencia de obra para la zona", apuntó Jiménez.

Por último, celebró que estemos ante "un acuerdo histórico" teniendo en cuenta "el calado político y los pocos precedentes existentes", a la vez que destacó la importancia de las 25.000 firmas recogidas y las movilizaciones "en defensa de la calidad de vida y un mejor medio ambiente".

Principales conclusiones del informe

El europarlamentario Meyer manifestó que el Parlamento europeo ha corroborado en el informe que la zona afectada sufría "una fuerte contaminación y un vertido continuo que suponía riesgos para la salud y provocaban inquietud entre la ciudadanía", a la vez que dejaba claro "los grandes fallos en la gestión por parte de las autoridades" y las "respuestas evasivas de Fertiberia".

En este sentido, el informe refleja la necesidad "urgente" de cooperación de todas las instituciones y recomienda un plan de rehabilitación y creación de empleo sostenibles, ya que "la propia contaminación puede crear puestos de trabajo".

En cuanto a las tres modificaciones que ha sufrido el nuevo informe aprobado con respecto al original, el documento exige: el cese de vertidos de los fosfoyesos para diciembre del 2010, la retirada de las 7.000 toneladas de cenizas radioactivas y la realización de un estudio epidemiológico sobre las enfermedades relacionadas con la Sensibilidad Química Múltiple.