Más de 500 militares de uniforme asisten voluntariamente a la "breve" misa en la Escuela Naval por la Virgen del Carmen

El arzobispo castrense ofició la ceremonia en la que el jefe de la Armada ocupó "un lugar preferente" como "en años anteriores"

Más de 500 militares de la Armada asistieron este viernes "voluntariamente" y con uniforme a la misa oficiada por el arzobispo castrense, monseñor Juan del Río Martín, en la Escuela Naval de Marín, antes del inicio de los actos organizados por el Ministerio de Defensa por la entrega de Despachos el día de la Virgen del Carmen, según informaron a Europa Press varios familiares de militares asistentes a la ceremonia religiosa.

El oficio duró unos 30 minutos, según explicó uno de los asistentes, que señaló que las personas que acudieron a la misa llegaron antes de las 10.30 horas al centro de formación de la Marina y la ceremonia concluyó a las 11.00 horas "por la lluvia".

Uno de los militares que presenció de uniforme el acto religioso indicó que se desarrolló "como en años anteriores", y que todos los que acudieron lo hicieron "voluntariamente". En la explanada en la que se celebró la misa, dentro de la escuela, estuvieron presentes "más de 300 alumnos" vestidos de uniforme, y unos 200 militares más, incluidos "almirantes condecorados con la Gran Cruz al Mérito Naval". Ese mismo militar explicó que la Gran Cruz de la Marina es "fácilmente identificable" porque "está representada por una banda con la bandera de España".

El arzobispo castrense —la más alta autoridad "religiosa y militar"— fue el encargado de celebrar la ceremonia, en la que el jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA), almirante general Manuel Rebollo, ocupó "un lugar preferente", "como en años anteriores". Junto a él se situaron los oficiales generales de la Armada "en activo y en la reserva", cumpliendo el protocolo militar habitual en funerales y misas castrenses.

Los asistentes consultados por Europa Press aseguraron que asistieron a la misa entre 1.500 y 2.000 personas y coincidieron al considerar que "la mayoría" de los asistentes eran "militares y familiares". "Han venido los que han querido", concluyó un militar católico que asistió de uniforme.

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