La Dirección Gerencia del complejo hospitalario Virgen Macarena de Sevilla, que gestiona el Hospital de San Lázaro, informó este jueves de que el edificio que alberga la lavandería de este centro adscrito se cerrará para su uso habitual a partir del próximo 1 de agosto, debido a la situación de "inseguridad" del inmueble.

En una nota, Salud aclaró que esta decisión responde al informe recibido recientemente por parte de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla, en el que se manifiesta que las instalaciones "no reúnen las condiciones de seguridad y habitabilidad", de manera que la Gerencia del Macarena ha optado por clausurar las instalaciones "para garantizar la seguridad de los 25 trabajadores que allí desarrollan su trabajo".

El edificio que quedará clausurado, "con deficiencias en los techos interiores" es un edificio de una planta, alejado unos 300 metros del área de hospitalización.

De hecho, la Administración sanitaria reconoció que ésta ha sido la opción "más viable" de entre todas las que se han barajado, dado que se trata de un equipamiento "que desarrolla una labor de lavandería residual", ya que, "apenas llega al 7 por ciento de todo el volumen de ropa que genera el complejo hospitalario".

Por ello, y a partir del 1 de agosto, la ropa que se lavaba hasta ahora en este centro se procesará con la del resto del complejo hospitalario, esto es, "será absorbidas por la empresa adjudicataria de este servicio, que venía procesando el 93 por ciento restante, asumiendo así el cien por cien de la ropa del centro".

Tras el cierre de este centro, prosiguió Salud, todos los trabajadores que hasta ahora realizaban su labor en esta lavandería "serán reubicados en el complejo hospitalario".

Además, la Gerencia del Macarena se ha "comprometido" con los representantes de los trabajadores "a la continuidad de todos los puestos de trabajo" y, de hecho, "20 continuarán en San Lázaro y cinco pasarán al Hospital Universitario Virgen Macarena". Agregó que esta decisión ya ha sido trasladada y explicada tanto a los interlocutores sociales de los trabajadores, como a los profesionales afectados.

La Dirección del centro, en la reunión mantenida con los trabajadores, ha expresado la necesidad de llevar a cabo el cierre de estas instalaciones "por seguridad", así como de la forma en la que se llevará a cabo la reubicación de estos trabajadores en tareas relacionadas con su categoría, que tendrán lugar mayoritariamente en el Hospital de San Lázaro.

Tres de estos profesionales se integrarán, por promoción interna, al contar con la titulación correspondiente, en las categorías de técnico de laboratorio y administrativo, mientras que el resto de profesionales completarán las plantillas de los centros en categorías de personal auxiliar, lo que redundará en una mejor atención al ciudadano.