El pleno de las Corts Valencianes ha expresado este miércoles su respaldo a la propuesta de concesión del Premio Nobel de la Paz de 2010 a la Fundación Vicente Ferrer por "su defensa de las personas sin esperanza, por su lucha contra la pobreza y la justicia, su labor a favor de la solidaridad entre personas y pueblos y, en suma, por representar un símbolo de esperanza para la humanidad".

El vicepresidente primero de las Corts, Rafael Maluenda, ha leído en la sesión plenaria la declaración institucional firmada por todos los grupos parlamentarios representados en la Cámara, por la que el Parlamento autonómico se suma a la iniciativa y manifiesta su "completo apoyo" a la candidatura de la Fundación Vicente Ferrer.

La Fundación Vicente Ferrer tiene su origen en la India en 1969 con el objetivo de hacer frente y buscar soluciones al empobrecimiento extremo que sufría la comunidad rural de la región de Anantapur, debido a la escasez de agua y a la falta de las condiciones mínimas de sanidad y educación.

En estos momentos, la intervención de esta entidad se extiende a 2.278 pueblos, beneficia a más de dos millones y medio de personas y es desarrollada por un equipo de más de 1.800 personas, el 99 por ciento naturales de la región.

Sus principales áreas de trabajo son el impulso del derecho a la educación, la implantación de una red sanitaria al alcance de todos, la promoción de la integración social y laboral de las personas discapacitadas, la participación activa de la mujer, el acceso a un hogar digno para cada familia y la creación de infraestructuras para la lucha contra la desertización. De hecho, su labor ha merecido numerosas distinciones a nivel nacional e internacional.

Las Corts destacan, además, el "tesón" y el "esfuerzo" de su fundador, Vicente Ferrer, "valenciano de adopción", que han hecho posible el desarrollo de una "labor encomiable por parte de esta entidad comprometida con el proceso de transformación de una de las zonas más pobres y necesitadas de la India".

La Cámara resalta que el pueblo valenciano ya rindió su particular homenaje a la Fundación y a Vicente Ferrer al concederle en 2009 la Alta Distinción de la Generalitat y, "en paralelo, ha surgido la iniciativa de la sociedad valenciana" de promover la candidatura de esta entidad al Premio Nobel de la Paz 2010.

La Generalitat puso en marcha hace una década un programa de acción conjunta con la Fundación por el que se han financiado la mayoría de sus proyectos y la ha convertido en la institución española que dedica mayores recursos a esos programas.

Este hecho ha propiciado un "estrecho vínculo" entre la Fundación y la Generalitat, que se añade al ya existente entre su fundador y la Comunitat, donde pasó parte de su infancia.

La declaración institucional de las Corts también señala que la filosofía del trabajo que realiza la Fundación se basa en la acción y sitúa a las personas como motor y objetivo del cambio a través de su participación activa en el desarrollo social. Considera indispensable el respeto a la cultura y las costumbres y mantiene su gestión comprometida y transparente desde su vocación de permanencia.