Hallado el pulgar de un panda de hace nueve millones de años en Madrid

Un equipo de científicos del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (CSIC) ha hallado restos de un "falso pulgar" de un antepasado del actual panda rojo, en un yacimiento de fósiles de mamíferos de hace nueve millones de años, a unos treinta kilómetros al sur de Madrid, entre Pinto y Valdemoro.
Un panda rojo, descendiente del fósil encontrado (Efe).
Un panda rojo, descendiente del fósil encontrado (Efe).
Efe
Un panda rojo, descendiente del fósil encontrado (Efe).

El investigador Manuel Salesa, responsable de la investigación, explicó a Efe que el hallazgo ofrece nuevas claves sobre la posible evolución de dos tipos de "panda" que existen de la actualidad.

Uno el "gigante", blanco y negro, como "Chu Lin", y el otro, el "rojo", un mamífero arborícola distinto al oso, del tamaño de un gato, y del que existe una pequeña población en el Zoo de Madrid, recordó el científico.

Los restos del "falso pulgar" de ese antepasado del panda rojo llamado "Simocyon" se descubrieron en el yacimiento madrileño "Batallones 1" en donde desde 1991 se están extrayendo fósiles de mamíferos de hace nueve millones de años.

Hasta el momento, sólo se habían descubierto restos de dientes y del cráneo de "Simocyon", y de ellos se deducía ya su relación con el panda rojo, aunque no se sabía nada de su esqueleto ni de la existencia de ese "falso pulgar".

Este "falso pulgar" es un huesecillo alargado de forma cilíndrica, con una faceta de articulación, surgido de la muñeca del animal, y no es un dedo propiamente dicho para agarrar cosas, como en el caso de los humanos.

De los restos dentarios conservados de "Simocyon" se piensa que el animal era un carnívoro carroñero o cazador, por lo que la función del "falso pulgar" no habría sido la de ayudarle a atrapar ramas de bambú para alimentarse, como sucede en el caso del panda rojo en la actualidad o del oso panda.

Por contra, ese huesecillo le habría servido para trepar por los árboles más fácilmente y escapar de los predadores, según Salesa, cuya investigación aparece publicada en el último número de la revista PNAS.

"En el yacimiento de Batallones, hemos encontrado sorprendentemente restos de este carnívoro llamado Simocyon que tenía un falso pulgar más parecido al de los pandas rojos actuales que al del oso panda gigante", explicó el experto.

Añadió que los pandas rojos y los pandas gigantes son mamíferos que "no están emparentados ni tampoco muy relacionados" y su única característica común es la de ese "falso pulgar", que les facilita la labor de llevarse las ramas de bambú a la boca.

Tanto el panda rojo como el oso panda están dotados de dicho hueso, pero sus respectivas morfologías y el desarrollo de los mismos a lo largo de la historia han sido muy diferentes. Ese falso pulgar no aparece en ningún resto fósil de los antepasados de esos animales, añadió Salesa.

Opina que los nuevos datos hacen pensar que, mientras los pandas gigantes desarrollaron falsos pulgares inicialmente para alimentarse de bambú, en los pandas rojos ese hueso les facilitaba el movimiento. Sólo después, ese falso pulgar se convertiría entre los pandas rojos en herramienta para acceder al bambú, una vez que esos animales cambiaron sus hábitos alimentarios.

Según Salesa, inicialmente el panda rojo se habría alimentado de carne y luego se adaptaría para comer plantas, hace millones de años.

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