El número de personas en "situación de vulnerabilidad" que solicitan ayuda a Cáritas Diocesana de Santander ha aumentado un 2,7% en el primer trimestre del año por la crisis económica, según ha explicado este martes en rueda de prensa el director de la entidad, José Luis Arango.

Los demandantes de ayuda en Cáritas suelen ser familias monoparentales con hijos a su cargo, y matrimonios jóvenes (entre 30 y 40 años) con empleo precario o que lo han perdido. Además, destaca la creciente "feminización de la pobreza".

La vivienda es una de las necesidades más "acuciantes" en Cáritas Diocesana de Santander, un problema que, a juicio del secretario general de la entidad, Francisco Sierra Gutiérrez, se debe resolver "a nivel político" con planes sociales.

Arango y Sierra han presentado, junto al párraco de Santa Lucía y miembro del equipo directivo de Cáritas, José Olano Ortiz, la Memoria del año 2009, que ofrece una visión global de la actuación realizada.

En el pasado año, 8.615 personas fueron atendidas en las Cáritas Parroquiales. Por áreas de intervención, se dio "respuesta" a 7.220 personas en Atención Primaria, es decir, de primera necesidad, a 740 en el programa de exclusión, a 305 en el ámbito de infancia y adolescencia, a 271 mayores y a 79 mujeres.

Detrás de esa persona que acude a las parroquias, hay una familia compuesta generalmente por tres miembros, como explicó Arango, de forma que el número total de personas beneficiadas por las acciones de Cáritas asciende a 23.000, un dato que se ha incrementado en los dos últimos años.

Estos datos corresponden sólo a las Cáritas Parroquiales y, por tanto, son inferiores a los reales. "Siempre se ha atendido a más personas de las que aparecen, hemos dado respuesta a más personas", precisó Sierra.

Informe económico

En el año 2009, Cáritas Diocesana de Santander obtuvo 2.206.000 euros, de los cuales, según señaló el secretario general, un 80% pertenece a fondos privados. El 20% restante corresponde a fondos públicos: un 14% al Gobierno de Cantabria, un 5% al Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales del Gobierno Central, y un 1% al Ayuntamiento de Santander.

Los ingresos aumentaron un 41 por ciento respecto al año anterior por el incremento de las aportaciones privadas. "Nos ha sorprendido muy positivamente", señaló Arango, ya que "da una idea de la generosidad de la sociedad cántabra, dada la situación actual."

Los recursos invertidos por la entidad fueron 1.934.000 euros, obteniendo por tanto un superávit de 272.000 euros, que "pasan a solventar el déficit de años anteriores", como así explicó Sierra. De esos recursos invertidos, un 40% ha ido destinado a los distintos programas de acción social, y un 47% a los programas de Atención Primaria, cooperación internacional, inmigración, etcétera.

En el caso de la cooperación internacional, el pasado año se reforzaron los fondos de emergencia, y además, se sensibilizó a los ciudadanos para captar fondos para la campaña de El Salvador-Centroamérica, con motivo del Huracán 'Ida'.

Entre los planes que se están impulsando en la actualidad, Cáritas colabora en un proyecto de la Diócesis que pretende sensibilizar a las personas para que donen el salario de un día al mes a un fondo común, para ayudar a personas desempleadas.

Además de los programas de atención, Cáritas también promueve la Animación Comunitaria, la "esencia" del trabajo de Cáritas, cuyo objetivo es "animar y revitalizar" las Cáritas Parroquiales, Arziprestazgos y Unidades Pastorales a través de la descentralización de los Servicios Centrales, para así propiciar la creación de nuevas Cáritas.

Los tres miembros de Cáritas agradecieron la ayuda de los voluntarios, "que dan su tiempo y trabajo de una forma anónima y desinteresada" y sin los cuales "no sería posible la labor que realiza" la entidad, así como la generosidad de los donantes e instituciones públicas y privadas.