El 60 por ciento de los colegios de Baleares no cumple con las recomendaciones de fruta en sus menús de comedor, mientras que el 55 por ciento no alcanza la cantidad mínima de verdura que se debería ofrecer a los alumnos a través de este servicio, según se desprende de un estudio realizado durante los dos últimos cursos por el Govern en 275 centros de las islas para conocer el nivel de calidad de la comida que ofrecen a sus estudiantes.

De estos centros, cuyo servicio de comedor (ya sea propio o de catering) atiende a un total de 30.000 alumnos (el 25 por ciento de la población escolar), más de la mitad (51 por ciento) debería mejorar las programaciones de los menús, por lo que la Conselleria de Salud y Consumo y la Conselleria de Educación y Cultura han propuesto una serie de recomendaciones a estos colegios en cuanto a las frecuencias, combinaciones y estructuración de los diferentes grupos de alimentos presentes en la dieta de los niños.

No obstante, ambos departamentos han constatado que el 92 por ciento de los menús cumple con las recomendaciones de carne, mientras que el 91 por ciento alcanza las cantidades recomendadas de pescado, pasta y arroz y el 86 por ciento supera las cantidades óptimas de patata. Por lo que se refiere a los lácteos y a los dulces, sólo el 22 por ciento de los centros respeta los mínimos en este sentido.

Según ha explicado este lunes el conseller de Salud y Consumo, Vicenç Thomàs, el objetivo de esta campaña de valoración es fomentar la alimentación saludable en los comedores de los centros educativos, así como en las cafeterías de los institutos, en las máquinas expendedoras y en la merienda que los alumnos realizan en casa.

Así, el Govern ha analizado durante este último curso académico los productos que se ofrecen en 69 cafeterías de institutos de Baleares, de las cuales el 93 por ciento suministra aperitivos, pastelería industrial y dulces, mientras que sólo un 24 por ciento ofrece productos lácteos en cualquiera de sus modalidades. Por otra parte, únicamente el 64 por ciento de estos establecimientos vende fruta fresca y zumos naturales.

Por lo que se refiere a las máquinas expendedoras instaladas en 46 centros educativos de las islas, el 79 por ciento incluye bebidas refrescantes, mientras que prácticamente todas (99 por ciento) suministra botellas de agua. En cuanto a los zumos envasados, únicamente están presentes en el 59 por ciento, mientras que los productos lácteos sólo se distribuyen en el 15 por ciento de estos aparatos.

En relación a las meriendas, Thomàs ha destacado que 41 colegios e institutos del archipiélago (más de 5.000 alumnos) han participado durante el último curso en el programa de promoción de la merienda saludable a través de la herramienta on-line www.berenarsaludable.com. Según se desprende de esta iniciativa, el 79 por ciento de los estudiantes desayuna antes de ir a clase, si bien sólo el 33 por ciento lo hace de un modo saludable; mientras el 80 por ciento de los alumnos merienda en el colegio, aunque únicamente el 18 por ciento lo hace adecuadamente. A media tarde, el porcentaje de jóvenes que meriendan desciende al 60 por ciento, de los cuales el 12 por ciento lo hace de forma equilibrada.

Beneficios del programa

Ante estas cifras, el conseller de Salud y Consumo ha remarcado que estas valoraciones constituyen un instrumento "muy útil" puesto que demuestran que resulta "oportuno" llevar a cabo programas que estimulen una alimentación correcta en los colegios e institutos de la Comunidad. Según Thomàs, la promoción de hábitos saludables contribuye a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, así como los porcentajes de obesidad o sobrepreso entre los niños de las islas, que actualmente reflejan que uno de cada cinco alumnos padece sobrepeso y que uno de cada diez sufre obesidad.

Por su parte, el conseller de Educación y Cultura, Bartomeu Llinàs, ha asegurado que lo que la gente come es "fundamental" puesto que, según su opinión, la alimentación influye en los resultados "no sólo académicos, sino también personales" que cada persona obtiene a lo largo de su vida.

En este sentido, Llinàs ha incidido en que el trabajo "más grande" no lo requiere el alumno, sino la necesidad de que las instituciones se coordinen con las familias, que "al final son las que toman la decisión en muchas cosas". Así, ha aseverado que los padres deben ser "copartícipes" de la promoción de hábitos saludables entre los niños, ya que sin su colaboración "muchas cosas que hacen las administraciones quedarían reducidas".